El verano es momento de relajo para los chicos, pero la novedad muere rápido y, al par de semanas ya se sienten aburridos.
A partir de la pre-adolescencia, los chicos comienzan a recibir invitaciones más allá de la típica piyamada. Si tu hijo fue invitado a ir de vacaciones con la familia de un amigo, queda en ti ver si está realmente listo.
Cómo saber si está listo
Una invitación a pasar un par de día o una semana con la familia de un amigo fuera de la ciudad, puede sonar como una situación ideal para terminar con el aburrimiento y darle a tu hijo una experiencia diferente.
Pero, es muy distinto el dejarles pasar la noche fuera de casa a permitir que pasen varios días con otra familia y fuera de la ciudad. No hay una edad mágica en que el chico está listo, sino que depende de su madurez.
¿Tu hijo no es capaz de pasar un par de días con los abuelos o, si estás fuera por una o dos noches, te llama con frecuencia mostrándote ansioso por tu ausencia? Si es así, claramente tu pequeño no está en condiciones de irse varios días con personas que no conoce bien.
En caso contrario, si tu niño es independiente, responsable y ya se mostró capaz de estar separado de ti por un tiempo, puede ser que esté listo para pasar un tiempo de vacaciones con otra familia.
¿Estás listo como padre o madre?
A veces, lo más difícil es saber si tu estás lista para dejarlo ir. Lo importante es que pases por encima tus miedos y conozcas a la familia con la que tu hijo compartirá algunos días.
De lo posible, reúnete con los padres cara a cara y no por teléfono. Conócelos y ve cómo tu hijo interactúa con ellos. Se cordial y escucha sobre sus planes y las actividades que van a realizar los niños.
Lo más probable es que las reglas de esa familia difieran de las tuyas: quizá dejan que los pre-adolescentes salgan con otros amigos en la noche o más tarde de lo que sueles permitir o, al revés, son más estrictos que tu.
Las reglas que van a valer, son las de la familia que lleva de vacaciones con tu hijo. No los abrumes tratando de que hagan modificaciones para tu niño, a veces es bueno que conozcan las costumbres de otras familias, quizá les haga apreciar más lo que tienen en su hogar.
Si decidiste darle el permiso, no dejes que tu hijo vaya con las manos vacías. No es necesario entregar dinero a los padres, pero si darle una cantidad razonable a tu hijo para que invite a una ronda de helados o pague algunos de sus gastos.
Como agradecimiento, puedes enviar galletas horneadas en casa o ricos chocolates para compartir. Cuando vuelvan, invita al amigo o amiga de tu hijo a pasar la noche en casa o llévale al cine o a cenar.
Pasar un tiempo fuera de casa y con otra familia, es una experiencia importante para tu hijo. Hazle saber que siempre puede llamarte y, si se siente muy incomodo, regresar a casa.