Cuando llega la hora de volver al trabajo o, que los pequeños inicien su educación fuera de casa, los padres deben escoger el lugar donde sus niños pasarán parte importante del día, lo que no es nada fácil.
Hay varias opciones de guarderías y jardines infantiles y, pueden diferenciarse en precio, si son privados o públicos, filosofía educacional, instalaciones, etc. Por eso, hay mucho que considerar a la hora escoger.
Qué cosas debo averiguar antes de escoger una guardería o jardín
Lo primero, es averiguar acerca de establecimientos que estén cercar de casa o te queden en el camino al trabajo. Con lista en mano, busca referencias entre amigos, conocidos o Internet, donde muchas veces podemos encontrar quejas u opiniones.
Entre las cosas importantes y, que deberíamos considerar, están:
- Filosofía educacional: Montessori, Waldorf o currículo propio, para ver si se ajusta a lo que quiere tu familia y va de acuerdo a la personalidad de tu niño.
- Instalaciones: Una casa pequeña sin espacio para jugar y sólo un baño, no es el lugar adecuado para que estén 15 chicos. Una casa con varias salas, zonas de recreación internas y en el patio, baños especiales para los chicos, etc es bastante mejor.
- Rotación de personal: Es bastante común que la rotación entre parvularias se de bastante. Si el lugar que estás considerando para tu hijo cambia de maestra seguido, quizá no sea el indicado, ya que los más pequeños suelen crear un lazo fuerte con ellas.
- Certificaciones: La guardaría o jardín está certificada para funcionar y, el personal posee sus certificaciones en educación temprana, primeros auxilios, etc.
- Participación de los padres: Pueden los padres ir a visitar la guardería durante el día, participar en actividades o ayudar por un día. Un lugar que estimula que los padres asistan, no tiene nada que esconder.
- Referencias: Si te gusta una guardería pero, no tienes referencias entre tus amigos, pregunta a apoderados. Puedes encontrarlos en foros de Internet o, averiguar si entre tus amigos, hay contactos lejanos que te sirvan. Ellos deberían estar dispuestos a compartir lo bueno y lo malo.
Con toda la información en mano, realiza varias visitas a la guardería, primero para mirar, después hablar con las educadoras y, de ser posible, una sesión de prueba, para ver si tu hijo se siente a gusto.
Guarderías comunitarias
Si no quieres que tu hijo pequeño asista a una guardería grande, existen opciones más personalizadas. Es posible que en tu barrio se realice una mini-guardería cooperativa, donde los padres acuerdan contratar a una o dos educadoras y, se turnan para ayudar día a día. Al final los costos pueden ser los mismos y te sentirás más cercana e involucrada.
Una guardaría con pocos niños, puede realizar visitas al parque, biblioteca, museos, etc, lo que es muy difícil si se tienen 10 ó 15 niños a cargo. Además, al ser pocos, los adultos aprenderán a conocer a cada chico y sus necesidades personales.
Sea lo que escojas, es importante seguir tus instintos y escuchar lo que tu hijo tenga que decir. Los niños no saben mentir y, si bien tienen mucha imaginación, al narrar una historia o hecho, siempre hay algo de verdad