El tener una habitación individual era un lujo de pocos hace años, ya que las familias solían ser más grandes pero, si tienes niños de edades similares, el que duerman en el mismo cuarto no sólo debe responder a razones de espacio.
El compartir cuarto con un hermano o hermana, es una excelente forma de aprender cosas tan importantes como compartir, resolver conflictos, respetar al otro y formar un lazo especial.
Hermanos ¿Juntos o separados?
Hay veces que, por espacio, estamos obligados a poner a nuestros niños en la misma habitación y, otras tenemos la oportunidad de darles su propio cuarto.
Si son pequeños y la diferencia de edad es menor de 7 años, siempre recomiendo compartir. En el caso de que tus chicos sean niño y niña, puedes compartir la habitación hasta alrededor de los 8 años, cuando ya sienten que necesitan privacidad y se sienten incomodos con el otro sexo.
Al compartir cuarto, las reglas deben estar claras ¿Cuál es el espacio de cada uno? ¿Cuál se comparte? Trata de armar tu un par de reglas y, de ser posible por edad, que ellos mismos acuerden el resto.
Al estar juntos, tus niños se sentirán más seguros, ya que tienen compañía durante la noche y, a la vez son más independientes de los padres, ya que apoyan en quien es su par. Un niño que compartió cuarto, tendrá más habilidades para funcionar en grupos y compartir otras cosas.
Su cuarto, su responsabilidad
Cuando son dos o más, el cuarto es su reino y, está en ellos mantenerle ordenado, el que esté en casa en ese momento deberá encargarse, así se aprende a ser considerado con el otro y, ayudarse y apoyarse mutuamente.
Si uno de tus hijos es muy ordenado y, el otro tiende al desastre, será una oportunidad de aprendizaje para los dos. El ordenado aprenderá que no todos son como él y se hará tolerante y, el desordenado comprenderá que su forma de ser pasa por sobre los derechos de su hermano y que debe cambiar.
Si hay una discusión o problema, ellos mismos deben arreglárselas de forma civilizada, aunque más de alguna vez habrá un encontrón físico, lo que es completamente normal, a menos que sea siempre y con mucha violencia.
Si hay mucha diferencia de edad, el mayor debe considerar que su hermano no cuenta con las mismas herramientas y, deben arreglar las cosas de manera más tranquila, considerando la capacidad del pequeño y, por supuesto, sin violencia.
Hay momentos en que mamá o papá tendrán que intervenir, ya sea como jueces o para pedirle a uno que respete al otro. Si un niño de 10 años invitó amigos a casa y están jugando en el cuarto, no querrá a su hermano de 5 allí. Hay que explicarle e intentar distraerle.
Si hay otro cuarto, lo ideal es dejarlo como un escritorio o pieza de juegos, lo que liberará espacio en su habitación.
Si es que las cosas ya no dan más, pueden separarse, eso es también una enseñanza para entender que no siempre todos los conflictos pueden arreglarse y, al no estar siempre juntos, la relación puede mejorar.
¿Compartiste cuarto con un hermano ?