Seguramente cuando estabas en la escuela, habían algunos chicos solitarios y con serios problemas para socializar. En ese tiempo se les tildaba de excéntricos o temidos, pero hoy muchos de ellos habrían calzado dentro del llamado Síndrome de Asperger.
El síndrome de Asperger está dentro del llamado espectro autista. Los Autistas no son todos iguales, sino que parte de un espectro que van desde casos en que no se comunican ni realizan tareas simples a otros que parecen completamente funcionales y de inteligencia normal.
Justamente los Asperger caen en ese extremo del espectro autista. Si bien son normales a simple vista, luchan con la incapacidad de entender la forma de relacionarse y comportarse de forma normal.
Qué es el síndrome de Asperger
Tal como les mencionamos, se podría definir como un autista extremadamente funcional, pero que todos modos presenta problemas que le impiden relacionarse normalmente con el resto.
Las personas que sufren de Asperger, tienen dificultades para comprender la comunicación e interacción con la gente, son retraídos y socialmente aislados. Suelen tener inteligencia normal e incluso superior, pero de todos modos requieren ayuda.
A diferencia de las formas más serias autismo, los chicos que sufren de Asperger no son diagnosticados hasta que empiezan la etapa escolar o incluso en la adolescencia. Mientras más rápido llega el a diagnostico, más sencillo será ayudarlos con terapia que les ayude a construir técnicas para relacionarse con el resto. Con tratamiento exitoso, las personas con Asperger pueden convertirse en adultos funcionales, vivir por si mismos e incluso casarse y tener hijos.
Al igual que cualquier otro tipo de autismo, no se sabe qué causa el síndrome de Asperger, pero este suele ir ligado a otros problemas del desarrollo. Se cree que 4 de cada mil personas lo padecen.
Cómo se trata el Síndrome de Asperger
No existe una cura para el Asperger, pero si formas de terapia que ayudan a estos chicos (y adultos) a desarrollar habilidades sociales que les permitan funcionar de manera casi normal.
El trabajo empieza a edades tempranas con terapeutas ocupacionales, sicólogos, terapia de lenguaje e intervención familiar. En algunos casos también se utilizan medicamentos, sobre todo cuando va asociado a otros problemas.
Quienes padecen de Asperger, pueden parecer poco empáticos e incapaces de comprender los sentimientos o pensamientos de otros, lo que los hace ver distantes e incluso agresivos en algunas ocasiones.
Para ellos, la rutina es importante como también la realización de ciertos rituales. Suelen tener problemas sensoriales y ciertos ruidos, luces y texturas les molestan mucho.
La terapia y tratamiento, va a que logren comprender al resto y a desarrollar sus habilidades en torno al mundo que les rodea. Ningún Asperger es igual a otro y por eso el tratamiento es muy personalizado.
Muchos desarrollan intereses claros y, ellos los ayudan a encontrar un punto para relacionarse con el resto. Se cree que muchos genios incomprendidos como Einstein padecieron de Asperger.
Si crees que tu niño puede ser Asperger pide una evaluación y comienza la terapia lo antes posible, con la ayuda suficiente, será un adulto funcional.