Cuando un niño está enfermo, es probable que pierda un par de días de clases, pero en caso de enfermedades graves o prolongadas, las ausencias pueden llegar a meses y tener el riesgo de perder el año.
Si estás ante el problema de que tu niño no podrá asistir a la escuela por un tiempo prolongado, existen varias alternativas que pueden serte útiles. Sólo hay que elegir lo que es más adecuado para su caso.
Trabajar con su colegio
Si tu niño no está muy mal, pero si va a perder un mes o más de clases, hay colegios que trabajan en conjunto con los padres para permitirles realizar tu trabajo desde la casa u hospital.
Puedes pedir las guías de las materias que se están enseñando y que el pequeño realice guías desde el lugar donde esté. Hay escuelas que envían tutores a los chicos, sobre todo si son de secundaria, ya que las materias suelen ser más complicadas y pueden rendir sus exámenes sin asistir a la escuela, pudiendo ser promovidos de año.
Escuela en el hospital
Si tu pequeño va a estar hospitalizado por un tiempo largo o, tendrá que entrar y salir del hospital para tratamiento, la mayoría de los centros pediátricos poseen una “mini escuela” para los chicos que están hospitalizados por un tiempo largo.
Claro que todo depende del estado de tu hijo, un niño que se siente cansado por su enfermedad o tratamiento, no tendrá la energía para hacer su trabajo escolar.
Escuela online
En España, al igual que en otros países, existen escuelas que pueden cursarse de forma remota a través de Internet. Las clases están en vídeo y pueden tener interacción vía correo o mensajería con los maestros.
Si es que tu hijo no podrá asistir a un colegio común durante el año, la escuela online es una buena alternativa, aunque suele estar disponible para chicos de secundaria y no primaria.
Por qué un niño enfermo debe seguir estudiando
Que un niño pierda el año escolar no es un problema grande, pero si está enfermo y tiene la suficiente fuerza, el estudiar le da un sentido de normalidad a su vida. El trabajo escolar, le ofrecerá una distracción entre médicos y tratamientos.
Lo importante es no sobre exigirles, sólo darles la oportunidad de continuar con un aspecto de la vida normal de cada niño. Habla con su médico y una terapeuta y decidan qué es lo mejor para el caso de tu hijo.