Una vez que les quitamos los pañales, los niños aprender a reconocer las señales y avisar o ir al baño por si mismos. Eso puede resultar muy bien durante el día, pero los accidentes nocturnos pueden continuar por años.
Un niño que dejó los pañales a los 2 años y medio, probablemente seguirá sufriendo algunos “accidentes”, especialmente de noche. Si tiene más de 6 años y sigue mojando la cama, es hora de actuar.
Niños grandes que mojan la cama
No es tan poco común que, niños que ya empezaron la escuela, sigan orinándose en la noche. El 20% de los niños entre 5 y 6 años, todavía no logran controlar su orina cuando están dormidos.
En vez de regañarles o creer que se trata de un capricho, podemos ayudarles.
Lo primero que puedes hacer, es restringir el consumo de líquidos al menos dos horas antes de ir a la cama y asegurarte que vaya al baño antes de acostarse.
Si aún así se orina, es porque su cuerpo no capta la señal de su vejiga al estar dormido. Despiértalo tres horas después de que se fue a la cama y hazlo ir al baño. Si que ya está mojado, despiértalo media hora antes, hasta encontrar el momento en que se hace.
Existen alarmas especiales que se ponen en la cama o pantalón y comienzan a sonar apenas sienten que el pequeño se orinó. Producen un ruido agudo que los hará despertar y de paso evitar seguir orinándose. A la larga aprenderán a despertar solos para ir al baño en medio de la noche.
Si al niño parece no importarle que moja la cama, no lo ridiculices, pero haz que cambiar las sabanas, pijamas y llevarlos a remojar sea su trabajo. No le van a gustar esas labores extra.
Cuándo preocuparse
Si bien a los 5 ó 6 años es normal que algunos chicos mojen la cama, después de esa edad hay que consultar al médico, ya que el niño podría sufrir de enuresis nocturna, una condición que requiere tratamiento.
La enuresis ocurre con mucho más frecuencia en varones que en niñas y, si uno de los padres o parientes cercanos la tuvo, el chico tendrá más posibilidades de desarrollarla, ya que hay un componente genético.
El médico querrá descartar una infección urinaria o un defecto en el tracto urinario. Si es que se encuentra algo, el doctor va a tratarlo y, en caso de no encontrar anormalidades físicas, se busca entrenar al chico para que detecte sus ganas de orinar.
Si un niño que no mojaba la cama, de pronto comienza a orinarse, es importante consultar, ya que puede ser respuesta a algún problema sicológico o trauma. Revisa si es que empezó junto a otro evento, por ejemplo divorcio, muerte de un familiar o nacimiento de un hermano.
El tratamiento sicológico, puede ayudar a que el niño deje salir sus sentimientos y no los reprima en forma de síntomas físicos.
Mojar la cama después de los seis no es el fin del mundo. Invierte en un buen cubre colchón y sigue los consejos que te de el pediatra.