Los chicos son curiosos y movedizos por naturaleza y puede resultar complicado el que se sienten a hacer la tarea o se concentren en algo durante más de algunos minutos.
Existen casos, donde la falta de concentración llega a ser un problema serio que requiere tratamiento. Se trata del déficit atencional, una condición que, de ser tratada, permitirá a los niños desempeñarse con más facilidad en la escuela y la vida.
Qué es el déficit atencional
El déficit atencional, que generalmente viene acompañado de un trastorno de hiperactividad, es una condición que disminuya la capacidad de concentrarse y, lo más importante, mantenerse concentrado, al realizar diferentes tipos de actividades.
Se cree que cerca del 20% de los niños sufre en alguna medida de déficit atencional, problema que a veces continua hasta la edad adulta, pero que es posible controlar, ya sea con apoyo sicosocial o, en los casos más graves, utilizando medicación.
El niño hiperactivo y con dificultades para concentrarse, tendrá problemas no sólo en la parte académica, sino que también en la social y puede convertirse en objetos de burlas y hostigamiento no sólo por parte de sus compañeros, sino que también de maestros mal preparados.
Es importante recalcar que un niño con déficit atencional no es intelectualmente inferior. Es más, en algunos casos su problema está en ser justamente demasiado inteligente, por lo que requiere de una mayor cantidad de estímulos para mantenerse ocupado.
Síntomas del déficit atencional
Existen algunas señales a las que padres y maestros deben estar atentos, para detectar posibles casos de déficit atencional e hiperactividad. El diagnostico lo realiza un neurólogo infantil.
- Tiene problemas para realizar una actividad durante un periodo normal
- Es inquieto y tiene la necesidad de pararse y moverse
- Es impulsivo, tanto en sus acciones como en sus reacciones
- Poca paciencia. No es capaz de esperar turnos y se frustra al tener que hacerlo
- Al ser impulsivo, tiene una relación conflictiva con otros niños
Si creemos que estos síntomas están presentes en nuestro niño, es hora de llevarlo a una evolución con un neurólogo o neuro siquiatra infantil.
Tratamiento
No existe una cura mágica para el déficit atencional e hiperactividad, sino que quienes padecen este problema se someten a una terapia que les ayuda a aprender a controlar sus impulsos y a desarrollar hábitos de estudio y comportamiento.
Dependiendo de la gravedad del problema, el médico puede considerar adecuado el uso de fármacos. En ese caso, la recomendación es tener siempre una segunda opinión.
Los niños con déficit atencional, trabajan con sicopedagogas y terapeutas ocupacionales, para desarrollar las habilidades necesarias para funcionar en un mundo donde se les exige rendir de cierta manera.
Es común que varios niños dentro de una familia sufran de déficit atencional, por lo que habría un componente genético. Muchos niños superan al problema al madurar, pero otros llegaran a la edad adulta padeciendo de déficit atencional.
Lo importante, es buscar siempre la mejor terapia para nuestros niños, un medicamento solo no va a controlar el déficit atencional y, muchas veces se opta por el camino fácil.
El apoyo familiar es vital para estos niños y adolescentes, asegurando que el déficit atencional no sea una traba para desarrollar todo su potencial.