Llegó el día menos esperado del año, por el lado de los chicos por supuesto; a cambiar días enteros de juego por horas de matemáticas, historia y, al llegar a casa, tarea.
El regreso a clases puede ser un momento duro para muchos niños, mientras que otros se lo tomarán mejor, reencontrándose con sus amigos. Hoy, tenemos para ti algunos consejos para ayudar a tus chicos, sin volverte loca.
Consejos para el regreso a la escuela
Consejos para el regreso a clases
Primer día
El primer día puede no ser el más difícil, pero es bueno convertirlo en un momento especial.
- Deja las cosas preparadas la noche anterior, es bueno hacer de ello un hábito y, también ahorrarás tiempo. Si es posible ten las mochilas listas y en la puerta, cosa que sea tomarlas antes de salir.
- Prepara un desayuno especial de regreso al colegio, diferente al habitual. Así arrancan el día sintiendo que volver no tiene porque ser malo.
- Generalmente, el primer día no es un día completo, sino que corresponde a media jornada. De ser así, ten listo un rico almuerzo y, que la tarde sea de juegos y relajo.
Primera semana
Consejos para el regreso a la escuela
- Trata de establecer rutinas; tener lista la mochila y en la puerta, dejar preparada la ropa, etc. De ser posible, deja listos los almuerzos y meriendas.
- Si tu niño está en primaria, no estaría mal añadir una pequeña nota a su almuerzo con un mensaje de aliento para el resto del día. Niños más grandes podrían sentirse avergonzados, pero no está de más hacer la prueba.
- Los maestros están muy ocupados esa semana, pero si puedes, habla con el profesor de tu hijo, presentarte y, ten listas preguntas cómo ¿Cuánta tarea le dará a los chicos? o si necesita ayuda por parte de los padres. Lo primero te servirá para organizar los horarios y, lo segundo, para caerle bien y escoger una función que te sea cómoda, contribuyendo con la clase.
- Conoce a los padres de los amigos de tus hijos, es importante ya que los niños van a compartir tiempo juntos. Intercambien números de teléfono y correos electrónicos.
- Cuando los niños lleguen a casa, pon en marcha la rutina. Si todavía no tienen tarea, has de ese tiempo un “tiempo tranquilo.” Nada de TV ni electrónicos: Pueden leer con música relajante, hacer manualidades o dibujar libremente.
- Crea un ritual antes de ir a la cama: Puede ser un baño, leer un cuento, etc. Les ayudará a prepararse y evitar que se quejen tanto ante la hora de dormir, ya que tienen tiempo para asimilar lo que se viene.
La primera semana no tiene porque ser una mala experiencia; ya por el tercer día comienzan a sentir la carga y allí estarás tu para ayudarles.
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