La pubertad, es una etapa complicada tanto para niños como para niñas, pero son las niñas las que pasan por los cambios primero y las que requerirán realizar varias modificaciones en la forma como visten e incluso sus rutinas.
Las chicas sentirán vergüenza o no querrán hablar del tema, pero es importante prepararlas para lo que se viene. Existen una serie de cosas que podemos hacer para que nuestra hija afronte la pubertad de la mejor forma.
Conversación abierta y sencilla
Que la pubertad no sea una sorpresa. Considerando su madurez y desarrollo, empieza a hablar con tus hijas antes de que muestren los primeros signos de la pubertad, así lo verán como algo normal y no tendrán miedo.
Responde sus dudas, por más disparatadas que parezcan y nunca te burles. Pueden realizar varias conversaciones a solas, en salidas madre e hija. Si eres un padre criando solo a tu niña, pide ayuda a una tía, abuela o amiga cercana a la niña, ya que a esa edad es muy difícil discutir temas íntimos con un hombre.
Cuéntale acerca de los productos que se utilizan; desde toallas sanitarias a desodorantes y sujetadores. Se honesta y no trates de minimizar las cosas, ya que la confianza de tu hija es muy importante.
Preparándose para los cambios
La pubertad no es una etapa agradable para ningún preadolescente; su cuerpo les parece extraño y casi no se reconocen, deben cambiar sus rutinas y las hormonas los confunden.
Una buena idea es salir de compras y dejar que ella elija un primer sujetador a su gusto. Pueden celebrar el momento con una cena; la complicidad entre madre e hija se hace importante y, compartir momentos íntimos ayudará a que se sienta más tranquila.
Antes de que comience su periodo, tengan listo un kit; toallas sanitarias, analgésicos femeninos, un estuche discreto para llevar sus toallas o tampones a la escuela, etc. No está de más un chocolate de consuelo para ese primer periodo.
Los hábitos de higiene deben cambiar y ojalá antes de empezar el periodo. Explícale lo importante de un buen aseo intimo, el uso de desodorante y las duchas diarias. Además, el aprender a desechar toallas y tampones de forma adecuada, es una lección que no puede faltar.
Conversa con ella y estate abierta a ayudarla. Puede ser que se sienta incomoda delante de otros miembros de la familia y, si necesita decirte algo, creen una palabra clave. Su privacidad es importante para ella y debes respetarle. Probablemente le cuentes a papá que tu niña empezó su periodo pero por favor y, por experiencia propia, pídele que sea discreto. Que mi padre haya llegado con flores el día que empecé mi periodo, me pareció una traición total a esa edad.
Los primeros periodos (y los que siguen), pueden ser dolorosos. Si se siente mal, dale un día libre de escuela y explícale que puede acudir a la enfermera en caso de dolor durante el día. Dile que te llame si necesita algo.
El comienzo de la pubertad confunde y, si las chicas están preparadas y se sienten seguras de si mismas, sin miedo a lo que se viene, será un momento de la vida menos incomodo y que puede servir de base para un relación más madura entre madre e hija.