Cuando se habla de colesterol alto, la mayoría de las veces se trata de adultos o personas con una fuerte obesidad, pero lo cierto es que es problema que puede afectar a cualquier persona, incluso a los más pequeños.
Aunque menos común que en los adultos, los niños también pueden tener colesterol alto desde muy temprana edad. Es importante detectar la situación y seguir el tratamiento medico.
Colesterol Alto en niños
Antes de meternos en el tema, lo primero es definir que es el colesterol. Es una sustancia compuesta por grasa que está en todo el cuerpo y, en niveles normales no provoca problemas.
Cuando el colesterol rebasa los niveles considerados saludables, comienza a adherirse a órganos y paredes sanguíneas, con el riesgo de dañarlos u obstruirlas, lo que a largo plazo puede provocar graves problemas de salud, sobre todo a nivel cardiaco.
En niños, el colesterol alto puede tener diferentes causas: La más común, sobre todo en estos tiempos, es la mala alimentación que llevan los pequeños y que consiste en frituras, grasas y comida chatarra.
Un niño de peso normal y hábitos relativamente saludables, también puede tener colesterol alto. Se debe principalmente a pequeños que vienen de familias con historial de exceso de colesterol o que tienen otro tipo de enfermedades.
Cómo se detecta el colesterol alto
La única forma de conocer los niveles de colesterol es a través de un simple examen sanguíneo. Los chequeos médicos tienen por norma el realizar este tipo de pruebas de forma rutinaria.
Los pediatras, comienzan a pedir pruebas de colesterol a los 9 años y, en niños con sobre peso, pueden solicitarlas como medida precautoria. Cuando se detecta un problema de colesterol, el médico inicia tratamiento.
Si es que en la familia hay un historial de colesterol alto, el pediatra podría comenzar a pedir exámenes en la etapa preescolar para tener un control.
Tratamiento
A una edad tan temprana, los médicos prefieren evitar el uso de medicamentos y el tratamiento consiste en cambios en la dieta y el añadido de ejercicios a la vida de los niños.
La idea no es restringirles totalmente, sino que trabajar para crear hábitos saludables, no sólo en el niño, sino que en toda la familia. Además, aconsejan preferir ciertos alimentos.
Pescados, aceite de oliva, avena, ciertos vegetales, etc. Estos alimentos tienen propiedades que ayudan a bajar el colesterol.
Además, hay que evitar o reemplazar comidas.
- Yema de huevo
- Leche entera
- Grasas animales
- Bebidas azucaradas
- Papas fritas
- Dulces envasados, etc.
No hay porque transformarnos en la policía de la alimentación y, en ciertas ocasiones, podemos dejar que los chicos consuman algún alimento prohibido.
Parte importante del tratamiento, es el ejercicio. Unirse a algún equipo deportivo o salir andar en bicicleta en familia, son buena ideas que traen una serie de beneficios.
Con los cuidados adecuados, los niños lograrán tener un nivel de colesterol saludable en su sangre, evitando así problemas una vez que lleguen a la adultez.