Cada vez es más común que niños presenten alergias a ciertos alimentos; algunos al nacer y otros durante su infancia. La mayoría de las alergias no son un peligro para la vida, pero existen casos en que pueden resultar mortales.
No es fácil ser padres de un niño con alergias alimentarias, ya que por su edad es muy fácil que se pongan en contacto con esa sustancia que les pone en peligro y somos nosotros los encargados de ponerlos a salvo.
Hoy, queremos compartir con ustedes algunos consejos para adaptarse a la vida con un hijo con alergias a uno o más alimentos.
Qué hacer tras el diagnostico
Si el pediatra diagnosticó a nuestro pequeño con una alergia, debemos pedir una derivación con un especialista del área. Hay inmunólogos pediátricos que se especializan en el tema.
Exámenes extra: Cuando un niño es alérgico a un alimento, es muy probable que también lo sea otros. Para detectarlas se realizan test de alergias, ya se de contacto o parche.
Educarse: Hay fundaciones dedicadas a las alergias y muchos hospitales tienen programas dedicados al tema. Aprende todo sobre la alergia de tu hijo, desde prevenciones, tratamiento y consejos para enfrentar la vida diaria.
Leer etiquetas: Conviértete en experto en leer etiquetas en el supermercado. Muchas veces los alérgenos se presentan con diferentes nombres.
Tu casa, un lugar libre del alimento que causa alergia: No importa que otros hijos o tu mismo no tengan alergia a ciertos alimentos. La casa debe ser un lugar 100% seguro para el niño y todos deberán aprender a convivir con ello, siendo además un apoyo para el chiquito.
Aprende a aplicar medicamentos: Si tu hijo tiene un lápiz de epinefrina, aprende a aplicarlo, qué hacer antes y después. Eres el encargado de velar por su cuidado:
Educa al resto de la familia: Abuelos, tíos, primos. Explícales que la alergia de tu hijo es grave y que a tu casa no puede entrar comida que contenga el alérgeno. Tampoco pueden ofrecerle bocadillos no autorizados fuera de casa.
Saliendo del hogar
Todo niño y también adulto con alergias alimentarias, debe llevar algún tipo de identificación que la describa; puede ser un brazalete o, en el caso de los más chiquitos una camiseta o sudadera que deje claro que no pueden ofrecerle comida en picnic o el parque. Es difícil que tu pequeño no se tiente.
Lleva su propia comida: Aprende recetas que a tu hijo le gusten y, ante una cita de juegos o cumpleaños, lleva sus propios pasteles y snacks. Quédate con él hasta que sea lo suficientemente mayor para saber qué hacer ante una reacción.
Escuela: Pide una reunión con profesores, director y todo aquel que vaya a estar en contacto con tu niño. Que estén atentos a que no coma los snacks de otros chicos o que le ofrezcan un lugar alternativo para almorzar, seguramente son varios los niños con alergia en la escuela.
Tu eres el principal defensor de tu hijo y, no importa las sensibilidades o reglas, está en ti protegerle y educar al resto del mundo, haciendo que se sienta seguro y comprenda cómo manejar su condición.