A diferencia de los adultos, los bebés tienen ciclos de sueño bastante desordenados: Pueden dormir varias horas seguidas en el día y, durante la noche despertar cada media hora, lo que finalmente afecta a toda la familia.
Si bien es normal que un bebé pequeño despierte durante las noches, cuando pasan los primeros meses existen formas de “enseñarle a dormir.” El método más común es el llamado Ferber.
El método Ferber
La idea del método Ferber, es que el bebé o niño aprenda a dormirse solo, sin necesidad de estarlo meciendo o alimentando para que pueda conciliar el sueño. Eso no significa dejarlo encerrado en la habitación y dejarlo llorar por horas, sino que es un proceso gradual que requiere el compromiso de los padres.
Creado por el pediatra Richard Ferber, este método no debe ser confundido con el dejar llorar a los pequeños en su cuna o cama hasta que se cansen, la idea es educarlos sin traumar.
La base del método Ferber, es generar una rutina antes de ir a la cama, siempre a la misma hora y que tenga, por ejemplo, un baño, lectura de cuento o cualquier actividad que calme al niño.
Durante las primeras noches, el pequeño no sabrá dormirse solo y lo más probable es que llore. Los padres no deben acudir de inmediato, sino esperar unos minutos, entrar al cuarto sin prender la luz ni decir nada y darles unas pequeñas palmaditas en la espalda para los pequeñitos sepan que papá o mamá los está cuidado.
Es probable que durante la primera semana el proceso se deba repetir varias veces y, sobre todo los más pequeñitos, seguirán despertándose algunas veces por las noches. Repetimos las palmaditas en la espalda para que se sientan seguros y logren volver a dormirse.
El método Ferber requiere de constancia, no se saca nada si uno de los padres termina cediendo y, por sobre todo, de disciplina.
Buenos hábitos de sueño
Hay que tener en claro que la rutina es importante en la vida de un niño, sobre todo en los menores de tres o cuatro años. Su hora de dormir y las siestas deben ser siempre respetadas.
Un niño que sabe dormirse solo, es un chico que descansará lo suficiente y estará feliz al día siguiente. Los padres que pasan una noche tranquila, también estarán descansados y contentos al otro día.
Si tienes dudas acerca de si puedes empezar a “entrenar” el sueño de tu bebé, habla con tu pediatra, él sabrá orientarte ya que conoce a tu bebé.