Es común que padres, familiares y amigos hablen de ellos como los mellizos y no por su nombre. Es que los bebés productos de embarazos múltiples, parece que fueran una unidad.

Aún cuando sean genéticamente casi idénticos (gemelos), los pequeños comienzan a desarrollar su personalidad desde un principio. Llegada la edad escolar, muchos padres se preguntan si deben estar o no en la misma clase.

Algunas escuelas tienen políticas que obligan a separar a los mellizos en dos salones de clases diferentes, pero en otras queda a decisión de los padres. Pero, ¿qué es lo mejor?

Juntos o separados

A los seis años, edad en que se suele comenzar el primer grado, los mellizos ya desarrollaron personalidades que los diferencian, pero sus actividades siguen estando muy ligadas.

Es importante que los padres ayuden a que los chicos expresen su individualidad y le pidan al resto de la familia y amigos cercanos que la respeten. Los hermanos tienen nombre, no hay que hablar de ellos como “los mellizos.”

Si estamos ante la duda a la hora de inscribirlos en la escuela, hay que analizar como se relacionan con los otros niños, ya sea juntos o separados.

Suele pasar que un hermano es dominante por sobre el otro y, por lo tanto, se hace necesario que el hermano “menos fuerte”, aprenda a valerse por si solo.

Existen casos de hermanos mellizos que mantienen una relación de iguales, son cómplices, pero reconocen al resto de los niños y se relacionan con ellos integrándose a sus juegos.

Antes de tomar la decisión, hay que estar atentos a algunos comportamientos:

• Existe un hermano que habla en nombre de los dos de forma frecuente
• Uno de los niños usa a su hermano de muleta a la hora de socializar y no logra relacionarse bien con otros chicos si no está su mellizo
• Los hermanos tienen un mundo propio tan fuerte, que no dejan entrar a los demás niños a la hora de jugar
• Por separado, se muestran tímidos o incapaces de mostrar comportamientos similares a cuando están juntos.
• Si es que vemos que nuestros pequeños necesitan aprender a funcionar de forma individual, separarlos puede ser una buena idea, ya que de cierta forma les obligará a trabajar en sus habilidades sociales y académicas.

En caso contrario, si nuestros chicos son sociables y se relacionan sin problemas integrándose al resto de los chicos, no sería problema que estén juntos en la escuela, siempre pidiendo a la maestra que nos informe si cree que necesitan ayuda.

Ventajas de mantenerlos juntos

Ser padre de mellizos es realmente cansador y, la nueva etapa escolar, supondrá el acompañarlos en su aprendizaje.

No todos las maestras utilizan los mismos materiales, métodos o guías educativas. Es posible que te veas obligada a seguir dos programas distintos y dos tipos de tareas en la casa, en vez de trabajar con ambos chicos al mismo tiempo.

En caso de algún problema, ya sea bullying, aprendizaje o alguna situación puntual, nuestro niño siempre tendrá un compañero fiel que le ayude.

Si estás dudando entre mantenerlos juntos o separados, haz una prueba. Trata de que estén en actividades extra, como deportes, clases de artes o algo similar, pero por separado.

Si es que te equivocaste al decidir, puedes separarlos en el segundo grado. Lo importante es cada uno desarrolle su individualidad, sin perder esa unión tan importante que comparten los mellizos.

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