No hay ninguna duda de que el mejor alimento para los bebés es la leche materna, entregando no sólo la nutrición necesaria en el primer año de vida, sino que también los anticuerpos para el pequeño crezca sano.
No siempre es posible amamantar a los bebés, sobre todo en el caso de volver al trabajo. De todas formas, los pequeños pueden seguir disfrutando de los beneficios de la leche materna, ya que puede extraerse y guardarse de forma segura, sin que pierda sus propiedades.
Aunque suene extraño, la leche materna puede congelarse de forma similar a la de otros alimentos. Bajo temperaturas inferiores a los 0 Cº, dura hasta 6 meses y, en un refrigerador normal, se mantiene sin problemas por hasta 7 días.
Cómo extraer y congelar la leche materna
Almacenar la leche materna es muy útil, pero es importante hacerlo de la manera correcta. Para ello, se requieren de algunos objetos como un extractor de leche y envases y biberones especiales, todo bajo normas de higiene rígidas.
Antes de utilizar un saca leche o exprimidor de leche materna, lava muy bien tanto tus manos como el aparato. Lo ideal es utilizar uno eléctrico.
Una vez que ya exprimiste la leche, llega la hora de ponerla en botellas o biberones . Deben ser de vidrio o materiales resistentes al frío. En caso de utilizar un recipiente plástico libre de tóxicos. Lávalos con agua caliente y jabón suave, cuidando de enjuagarlos bien.
Lo ideal es utilizar recipientes de máximo 100 ml, aproximadamente una porción, que permitan un cierre completamente hermético, evitando así posible contaminación externa. En el mercado existen bolsas herméticas creadas especialmente para la leche materna.
Una vez que pusiste la leche en el recipiente, escribe la fecha en una etiqueta adhesiva y pégala en su superficie externa, así llevarás un control claro del tiempo que lleva y hasta cuándo la puedes utilizar.
En caso de almacenar la leche en el refrigerador, hazlo en una zona separada donde no entre en contacto con otros alimentos.
Descongelar y utilizar
Cuando desees utilizar la leche congelada, sácala del freezer y déjala descongelar dentro del refrigerador, para evitar cambios bruscos de temperatura.
Si la tenías almacenada en el refrigerador, sácala y ponla dentro de una taza con agua tibia, girándola de tanto en tanto.
Una vez que la leche se descongeló, ya puedes dársela al bebé sin problemas, con un biberón que sea adecuado a su edad. Recuerda que la lactancia materna puede es beneficiosa no sólo en los primeros meses de vida, sino que también en la primera infancia.
Recomendaciones
Es importante indicar que, una vez que se descongela, no se debe volver a congelar la leche materna.
Trata de extraer leche varias veces al día, ya que así se estimula la producción. Si puedes, amamanta al bebé cuando estés con él.
En caso de no producir suficiente leche, ésta puede suplementarse con formula para bebés, creada especialmente para su edad y recomendada por el pediatra. Los bebés no puedes tomar leche de vaca hasta al menos el año de edad.
[…] mismo se aplica a la leche materna, que también puede ser congelada, tal como les explicamos en un artículo […]