Navidad, Año Nuevo y Reyes; las festividades de fin de año suelen ser un momento feliz para toda la familia pero, cuando las finanzas no andan de lo mejor, se convierten en un estrés, ya que suponen un gasto especial.
Si no estás pasando por tu mejor momento económico, eso no significa que vayas a pasar malas fiestas. Con una buena estrategia y trabajando de antemano, podrás celebrar con los tuyos sin que el dinero sea un tema.
Regalos para los niños
Quizá el ítem donde más dinero gastamos. Nuestros pequeños no saben de crisis ni deudas y, esperan con ansias los regalos que trae Papá Noel y los Reyes Magos. Para no romper la ilusión, podemos ponernos reglas.
Si sabes qué tipo de juguetes quiere tu hijo, haz una lista de tres o cuatro que estén dentro de tu presupuesto y déjale elegir uno dos, explicando que ese es el sistema que los reyes impusieron este año. Si creen en la fantasía, también se creerán esto.
Comprar usado: Si tu niño pidió una bicicleta o consola, puedes conseguir un producto en excelentes condiciones en el mercado de segunda mano. Quizá requiera arreglar un par de detalles estéticos, pero se verá como nueva.
Vende los juguetes que ya no usen: En vez de gastar el dinero no tienes, haz dinero vendiendo bicicletas, triciclos y juguetes que tu hijo ya no usa. Te sorprenderá ver lo que tienen en casa y la cantidad que puedes sacarles y que luego usarás para los regalos.
Regalos para adultos
Habla con tus amigos y familia y explica que esta navidad no estás en condiciones de intercambiar regalos con los adultos y te gustaría dedicar los esfuerzos a los niños. Pueden crear una regla de que los regalos sean hechos a mano o jugar al amigo invisible, poniendo un límite de gasto.
Invita a los chicos a que hagan tarjetas y manualidades navideñas para amigos y familia. Es un gesto que siempre es bien apreciado, sobre todo si viene con algunas galletas hechas en casa.
Celebraciones familiares
Normalmente, la mayoría de los gastos caen en el dueño de la casa en donde se hace la celebración. En vez de abstenerse, planeen una cena navideña o de año nuevo repartiendo los diferentes ítems de forma equitativa. Nadie va a quejarse y el anfitrión estará contento de prestar su casa.
Si abuelos o tíos preguntan qué quieren tus hijos para navidad, háblales de sus gustos y también de aquellas cosas prácticas que pueden gustarles y serles útiles. Un casco para bicicleta, linda bufanda o un libro con sus personajes preferidos.
Disfruta; si tus niños te ven estresada, ellos también se sentirán abrumados, ya que por más pequeños que sean son muy perceptivos. Pon tu mejor cara y disfruta de las fiestas que, si bien serán algo diferentes, pueden servir de lección sobre dar alegría sin depender de lo económico.