La semana pasada, mi sobrino cumplió cuatro años y a las 6 de la mañana ya saltaba arriba a todos informándonos que tenía 4 años, por si no nos habíamos dado cuenta. A los 4, los chicos comprenden mucho más.
Todas las edades están llenas de desafíos y, los 4 marcan el final de la etapa de bebé-niño y la entrada al universo de los niños medianos. Si bien aún son pequeños, se sienten mucho más independientes y son capaces de entender al resto.
El niño de 4 años
Adiós a las siestas, bienvenido a los primeros amigos y la influencia de otras personas fuera de la familia. Nuestro niño ya es una unidad separada de sus padres y lo hace saber.
A los 4 años, las habilidades básicas ya fueron conquistadas y el pequeño está aprendiendo cosas algo más complicadas; comienza a reconocer algunas letras, números y signos.
Sus juegos también son un poco más elaborados y seguramente verás como trae a casa rutinas y juegos que aprendió en la escuela. En muchos países, los 4 años son la edad en que empieza el pre-escolar y con ello la entrada a la educación formal.
Un niño de cuatro es desafiante y sabrá interpretar las situaciones en las que podría meterse en problemas, pudiendo pensar en algo antes de hacerlo, sabiendo incluso las consecuencias.
Es también a esa edad, en que las mentiras pasan a ser algo más elaborado y planeado, aunque sus rostros los delatan a la hora de esconder la verdad. Con eso, conquistan el saber que lo que pasa por su mente, no necesariamente está en conocimiento de los demás.
Qué podemos esperar del niño de 4 años
- Su vocabulario se expande notablemente y es capaz de armar frases elaboradas y conversaciones lógicas.
- La pronunciación de algunas combinaciones de letras mejora, aunque aún pueden requerir mejoras al hablar.
- Es capaz de comprender el concepto de tiempo: Mañana, la próxima semana, en una hora más, por la tarde, etc.
- Busca agradar a los demás, sobre todo a otros niños.
- Comienza a distinguir la diferencia entre fantasía y realidad, aunque la fantasía sigue pareciéndole lógica.
- Su auto control mejora, pero todavía no es el mejor
- Su cuerpo es mucho más coordinado y será capaz de conducir una bicicleta con rueditas de apoyo, podrá correr con una pelota y darle botes.
- Se rebela si considera que algo no es justo o no va de acuerdo a sus expectativas
- Su motricidad fina mejora notablemente: Puede tomar bien una tijera, pinta entre las líneas y se apresta a copiar letras y números.
Los padres, tendrán las manos llenas con su niño de cuatro años y la transición hacia una independencia fuera de casa; la escuela será un lugar importante y desde donde traerá no sólo nuevos conocimientos, sino que también actitudes y un grupo de amigos más definido.
Es una etapa linda, en que veremos que nuestro pequeño ya es todo un niño que ya no nos necesita para cada labor, pero que requiere nuestro apoyo y contención.