De un día para otro, esos tiernos pequeños cambian a demonios malhumorados, que prefieren pasar el tiempo con sus amigos y a los que avergonzamos con sólo acércanos. Si eso te está pasando, lo más probable es que tu hijo haya llegado a la edad del pavo
Qué es la edad del pavo
No son niños pero tampoco adolescentes. La edad del pavo, es el nombre popular con el que se suele describir a los chicos que están comenzando la pubertad. Es un momento difícil, donde las hormonas juegan malas pasadas, y los ahora jovencitos requieren más que nunca de nuestra ayuda, aunque a veces nos hagan sentir lo contrario.
El termino edad del pavo, viene justamente porque los ahora pre-adolescentes se comportan como pavos. Un animal que suele ser impredecible en sus reacciones, con graznidos desmedidos en el momentos más inesperado. Además, el cuerpo de los pavos es desproporcionado, tal como el de los chicos cuando están pasando por el rápido crecimiento que caracteriza la pubertad. En muchos países, incluido España, se usa la expresión Edad del Pavo.
Cuándo empieza la pre-adolescencia
Todo niño es distinto, por lo que no todos comienzan la pre-adolescencia al mismo tiempo. Normalmente, las niñas empiezan antes, alrededor de los 9 ó 10 años, mientras que en los varones los cambios pueden comenzar a los 10 u 11. En todo caso, créeme que vas a dar cuenta apenas comiencen.
La pre-adolescencia, se caracteriza principalmente por los cambios físicos en el cuerpo de los niños, que comienzan a mostrar lo que se llama características sexuales secundarias.
Las niñas empiezan antes y no es de extrañar que a los 9 años las chicas comiencen a crecer los senos y a los 10 u 11, algunas empiecen con sus periodos menstruales.
Los chicos demoran algo más que las niñas. Lo primero que notamos es el cambio de voz, que de a poco se hace más grave. La espalda de ensancha y de un día a otro parece que crecieron un metro.
La mente del pre-adolescente
Al pasar por la pubertad, en el cuerpo y cerebro se desata una verdadera tormenta de crecimiento y hormonas, que deja no sólo cambios físicos sino que también mentales, lo que lleva a momentos de confusión, enojo y rebeldía.
Todavía son niños, pero ellos se sienten grandes y quieren ser tratados como tales, pero no están dispuestos a asumir responsabilidades y comportamientos maduros. Están justo en la línea entre pequeños y grandes y caminan por ella diariamente, moviéndose entre ambos lados.
La confusión que causan los cambios físicos, hace que los chicos se sientan inseguros con ese nuevo cuerpo al que no logran acostumbrarse. Tienen vergüenza y es labor de los adultos guiarlos sin presiones.
Los jovencitos deben saber que estamos para ayudarlos y que no existen temas que no se puedan tratar. La mayoría de las veces, los chicos se sentirán más cómodos hablando con alguien de su mismo sexo.
Es probable que muchas veces sientas que, de un día a otro, cambiaron a tu hijo por uno muy parecido físicamente, pero con un genio diferente. La edad del pavo es difícil, pero también una etapa muy importante y plena, que les prepara para años en donde irán formando el adulto que serán en un futuro cada vez más cercano.
muy buen articulo, es de mucha ayuda