Estar activos físicamente, es una excelente forma de mantenernos en forma y los niños suelen participar en actividades deportivas, ya sea en la escuela o en organizaciones vecinales.
El deporte, no sólo sirve para cuidar el cuerpo y estar saludables, sino que también enseña importantes lecciones a través del juego, incluso en los niños más pequeños. Si bien existen diferentes actividades, el deporte en equipo es la que trae más beneficios.
Deportes en equipo
Fútbol, voleibol, basquetbol, carreras con relevos, etc. Existe una gran cantidad de deportes que se practican en grupos de varios niños, quienes a través de un trabajo conjunto consiguen metas que les benefician a todos.
El deporte en equipo es más que un ejercicio, sino que es una introducción temprana a la forma de funcionar en la vida y conseguir resultados de forma responsable y, por sobre todo, uniendo esfuerzos.
En un equipo, no todos son buenos en la misma posición. Puede ser que nuestro hijo sea un buen delantero, pero pésimo defensa o que sea genial para quitar el balón, pero malo encestando.
En un equipo, todos tienen una especialidad diferente y, el triunfo depende de que todos combinen sus talentos en busca de meta común. Los chicos lo ven como algo divertido, pero los adultos nos damos cuenta de la excelente lección de vida que significa.
Cuándo empezar con los deportes grupales
Los niños pueden comenzar a practicar casi cualquier deporte desde muy temprana edad. Obviamente, un niño de 3 años no va a entender las reglas del fútbol, pero si irá adquiriendo habilidades.
Cuando son pequeños, es difícil establecer posiciones o roles concretos en un equipo, pero si ir formando las bases de lo que significa jugar juntos. Los niños, irán entendiendo poco a poco el objetivo del juego y, casi sin darse cuenta, interactuarán y formarán sociedades con sus compañeros.
Deporte en familia
La familia es donde el niño recoge sus primeros aprendizajes y los padres suelen traspasar sus ganas y aficiones a los chicos. Jugar con ellos a lanzar el balón, patear penales o encestar es una forma de motivarlos.
Pero no solo en los deportes se ve el trabajo en equipo. Las labores de casa también requieren una labor conjunta. Podemos enseñarles que, si cada uno hace sus tareas, se logran los objetivos de forma más rápida y divertida.
Competencias
Cuando los chicos llegan a la edad escolar, comienzan a participar en competencias y partidos contra otros equipos. Allí, es clave el aprender a ganar y perder.
Obviamente todos quieren ganar, pero al perder también se recogen enseñanzas y, pensando en la forma en que se hicieron las cosas, se aprende a organizarse mejor, enriqueciendo aún más la relación de el grupo.
Algo muy importante y que a los padres se nos suele olvidar, es que ganar no lo es todo y que no estamos criando atletas olímpicos o ganadores del balón de oro, sino que estamos allí para apoyarlos y darles el animo necesario mientras ellos se divierten y hacen amigos.