Alrededor de los 5 ó 6 meses de edad, los bebés comienzan a comer sólidos poco a poco. Suelen partir con cereales, para luego pasar a frutas y verduras.
Si te preocupan las alergias alimentarias o, hay antecedentes en tu familia, tenemos algunos consejos para detectar las posibles alergias de tu bebé, antes de que causen problemas.
Introduciendo comidas al bebé
Es importante que el pediatra te diga cuándo empezar a darle sólidos al bebé, qué cantidad y cuántas veces al día, además de un listado claro de qué alimentos puedes darles y cómo ir avanzando.
Una vez que tengas esa lista, elige un alimento y, cocido y completamente molido, dáselo por al menos tres días, sin introducir ninguna otra cosa nueva. Si no presenta una mala reacción, no tiene porque llenarse de granos, perfectamente puede tener cólicos u otros problemas, es momento de probar con otra cosa.
Continúa introduciendo gradualmente los alimentos. Si quieres, mezcla alguno que ya sepas que es seguro con otro nuevo, así, en caso de algún problema o cambio, sabrás cuál es el culpable
Una vez que la dieta de tu bebé se haga más variada, sigue con este sistema. Añade algo nuevo junto a alimentos que ya sabes qué no le producen problemas o alergias.
Cuáles son las principales alergias
Si bien es posible ser alérgico casi a cualquier alimento o cosa (por ejemplo, yo soy alérgica al té verde), hay algunos que son más comunes que otros y con los que tenemos que tener mucho cuidado.
Las alergias alimentarias más comunes son: Lácteos, huevos, trigo, soya, mariscos, pescado, nueces y maní. Se puede ser alérgico o intolerante a otros, pero estos son los principales.
Pregunta a tu pediatra cuando puedes empezar a dárselos a tu bebé.
Es posible que empiece con yoghurt o huevos, ya que son más fáciles de digerir y, espere hasta que el niño tenga más de dos años para el maní o nueces, que causan reacciones más fuertes y no son recomendables en los pequeños.
En el caso de la soya, trigo, mariscos y pescados, pregunta qué tipo de ellos y en qué forma de preparación puedes dárselos. Muchos pescados son ricos en metales pesados y no son recomendables para niños pequeños ni mujeres embarazadas.
Si bien existen tests de alergias alimentarias, no se les práctica a niños menores de seis años, ya que los resultados no serían concluyentes, debido a que su sistema inmune aún no termina de formarse.
Con calma y cuidado, podremos identificar posibles alergias y, evitar mayores problemas a nuestro niño que cada vez se hace más grande y fuerte.