Los chicos de hoy quieren tener muchas cosas y, las quieren ahora. Muchos llegan a la adultez sin tener idea de finanzas, lo que les juega en contra. Por eso, siempre es bueno empezar a enseñar desde pequeños.
¿Cómo le enseño finanzas a mis hijos? No es necesario inscribirles en clases de microeconomía, basta con crear un banco familiar, lo que sirve con niños desde los 10 años en adelante.
Aprendiendo finanzas desde pequeños
Tal como los adultos debemos regirnos por presupuestos, intereses, capacidad de ahorro y otros aspectos, los niños deberían aprenderlos en un ambiente amigable con su edad.
Inventa un banco casero: Tener un banco familiar es una buena forma de simular cómo funciona el mercado financiero:
Las mesadas están depositadas en las cuentas de cada niño y son la base de ella. Pueden escoger ahorrar o sacar el dinero.
Si se ahorra dinero, este pasa a una sección especial donde ganan intereses. Hazlo lo suficientemente atractivo, indicando que podrían hacer con los intereses recibidos por ahorrar un cuarto de su mesada por seis meses (un videojuego, la muñeca que quieren, etc).
Cuando se acaba el dinero en su cuenta y gastaron su mesada antes de fines de mes, pueden usar un “crédito” que se descontará del mes siguiente. Al crédito, se le aplicará un costo fijo de activación mensual de €1 euro y, un porcentaje por sobre el monto que soliciten, puede ser del 10%. Así aprenderán rápidamente sobre la importancia de ajustarse a un presupuesto.
En el banco, tu eres su asesor financiero: Ayúdale a crear un presupuesto con sus necesidades y, dejar un porcentaje para ahorro. También, es necesario aprender la diferencia entre el necesito y quiero, la mayoría de los chicos no lo conocen.
Lleva un registro de sus cuentas, puede ser en una planilla computacional o simplemente en una libreta de papel, pero esto sirve para que vean su historial financiero y aprendan de errores o aciertos pasados.
Prestamos
A los bancos les podemos pedir créditos a largo plazo y, si nuestro hijo quiere algo costoso, que su capacidad de ahorro no le daría en 6 meses o 1 año, pueden recurrir a un crédito. Eso si, hay intereses.
Por ejemplo, si tu niño quiere una tableta de €150 euros, puedes darles un crédito para pagar lo que les falta, lo que se dará en cuotas que se descuentan directamente de sus mesadas. El interés varía según el pago inicial que den.
Si tienen los primeros €100 euros, el interés será menor que si sólo poseen €50 euros. Piensa en un interés y plazo que no se coma el dinero que si necesita todos los meses. Así van a aprender que ningún prestamos es gratuito.
Si hay algo que realmente necesitan, por ejemplo un móvil, crea un presupuesto indicando cuánto dinero pagarías por él y, si quieren algo mejor, deberán pagar la diferencia.
Tal como los prestamos son castigados con intereses, el ahorro tiene beneficios. Puede proponer el agregar un 3% mensual a la cantidad que tiene ahorrada, así se sentirá más interesado en guardar dinero.
Simular es una excelente forma de enseñar y aprender ¿Qué esperas para abrir tu propio banco familiar y olvidarse de la anticuada alcancía?