Cuando un niño está enfermo o, necesita un tratamiento prolongado, los padres debemos ocuparnos de que tome su medicina de forma correcta, pero los chicos son conocidos por no hacernos la tarea fácil.
El administrar medicinas a niños pequeños puede ser complicado pero, siguiendo algunos consejos, la labor se hará más sencilla. Algunos pueden parecer desagradables para el chico, pero todo es por su bien.
Darles la dosis correcta
A diferencia de los medicamentos para adultos, los dirigidos a niños tienen una dosificación que se ajusta por edad o peso, por lo que tenemos que ser muy exactos a la hora de medirlo.
Lo más adecuado, es hacerlo considerando el peso del niño. Las dosis, en el caso de los jarabes, vienen en ml o cc, por lo que lo mejor es utilizar una jeringa alargada para medir la cantidad y luego dárselas.
Si no tienes una buena jeringa o dosificador, te recomiendo invertir en una, ya que la necesitarás varias veces. Lávala bien después de usarla, así no quedan rastros del medicamento.
Si es que tienes dudas acerca de la dosis correcta para tu hijo, pregunta al pediatra o al farmaceuta. Ellos sabrán indicarte la cantidad correcta a darles.
Hacer que se tomen la medicina
Una cosa es tener la dosis lista y, otra muy diferentes es asegurarse que se la tomen. Ahí viene a jugar la jeringa o dosificador especial. Su apariencia no debe ser similar a las jeringas que se usan para administrar inyecciones, ya que el niño podría asustarse.
Utiliza una con bordes redondeados y suaves y, al ponerla en su boca, hazlo apuntando hacia la derecha o izquierda de la zona inferior de la lengua, no al centro y por encima como se suele realizar.
Si no hay caso de que tu hijo soporte el sabor de la medicina, trata de buscar alternativas que vienen con gusto a frutas. La gran mayoría de jarabes infantiles las tienen.
Si aún así no se te resulta, pregunta al pediatra o farmaceuta si puedes mezclar la medicina con leche o jugo, así pasará desapercibida y la beberá sin problemas. No todos los medicamentos pueden mezclarse con comida.
Bebés que escupen la medicina
En el caso de los bebés, es posible que escupan la medicina que les acabamos de dar. Si no logras que tu hijo la trague normalmente, hay que pedir ayuda a otra persona.
Pon al pequeño sobre la cama o una mesa acostado y, haz que la otra persona lo inmovilice tomándolo por la cintura.
Para hacer que abra la boca, pellizca levemente el mentón del bebé e introduce la jeringa a su boca, por debajo de la lengua y hacia alguno de los lados. Por la forma en que estará abierta la boca, no podrá escupirla. Le dolerá un poco, pero es importante que tome su medicación.
¿Qué trucos conoces para darles medicina a los niños?