Muchas veces tenemos que hacer milagros para que los más pequeños coman un plato nutritivo sin chistar. Algunos niños son reacios a consumir verduras, siendo que se trata de un alimento importante para su desarrollo y crecimiento.
Existen formas de hacer que los chicos se coman las verduras de buena gana y hoy queremos compartir algunos consejos que seguramente les serán bastante útiles.
- Da el ejemplo: Suena básico, pero no son pocos los adultos que casi no consumen verduras. Los chicos aprenden imitando y, si nosotros comemos verduras, los niños también se verán inclinados a hacerlo.
- Platos Divertidos: En vez de servirles un montón de brócoli o una ensalada de tomates, podemos crear coloridas versiones en el plato, combinando además diferentes verduras que aportan distintos nutrientes. La comida entra por lo ojos y, un plato que se ve agradable, tendrá éxito con los chicos. Puedes armar dibujos usando la gran gama de formas y colores de las verduras.
- Añade un poco de verduras en sus platos preferidos: ¿Un niño que sólo quiere comer pastas? En vez de pelear a la hora del almuerzo y cena, ve introduciendo diferentes verduras en sus platos predilectos, verás que poco a poco les van a gustar. Por ejemplo, añade verduras a la salsa de las pastas, mezcla zanahorias o zapallo en el puré de papas, combina el arroz con pimientos o setas, etc. De a poco van a acostumbrarse al sabor y lo van a aceptar con mayor facilidad.
- Deja que te ayuden a cocinar: Las cosas siempre saben mejor cuando las hace uno y, los chicos se sentirán más estimulados a comer, si ellos ayudan a preparar el plato. Deja que te acompañen a la cocina y, de manera supervisada, permíteles participar de la elaboración de su almuerzo o cena. No es necesario que hagan nada complicado, basta con revuelvan o añadan sal en una cantidad que tu les entregues. Aparte de ser una actividad divertida, es ideal para que se acerquen a ingredientes que no conocen y son sanos.
- Probar varias veces: Si tu hijo o hija es reacio a ciertas verduras, no es razón para dejarlas completamente fuera. Pídeles que al menos las prueben y repite el proceso varias veces. Muchos alimentos son un gusto adquirido.
- Respeta si algo realmente no les gusta: Los niños, tienen receptores de sabor muchísimo más sensibles que los adultos. Por ello, los gustos amargos o ácidos, se sienten de forma más intensa. Además, a nadie le gusta todo y, si al niño realmente le desagrada un alimento, no sacamos nada obligándole a comerle. Si respetamos sus gustos, sin caer en caprichos, el pequeño estará más reacio a comer el resto de las cosas que le demos.
Platos nutritivos que a los niños les encantan
- Pizza de masa integral con vegetales
- Fideos con salsa de tomates, setas y zanahoria
- Tartas de verduras con huevo
- Ensaladas frescas muy coloridas, mezcladas con queso, fideos o huevo
- Pastas rellenas con verduras
- Puré de papas y calabaza
- Guisos de carne con verduras variadas
- Brochetas de verduras y pollo
Conseguir que un chico pase de no querer comer verduras a consumirlas con gusto, no es algo que se logre de la noche a la mañana, pero con esfuerzo y originalidad, tu niño terminará comiendo rico y saludable.