Estás en el parque y, tu hijo de 3 años se ensarta le quita un juguete al otro u, otro niño le lanza arena. En vez de correr a su rescate, reflexiona si es capaz de resolver estos pequeños conflictos sociales.
Los encontrones con otros, seamos nosotros los culpables o no, son parte de la vida y, por ende, es necesario aprender a resolverlos sin necesidad que otra persona lo haga por nosotros. Pelear y saber cuando parar, es un aprendizaje social.
Conflictos entre preescolares
A los 3 o 4 años, los chicos ya son capaces de reconocer a sus pares como tales y, jugar con ellos. También, conocen aquellas cosas que se sienten mal, ya que tienen la experiencia de saber que, por ejemplo, un golpe duele.
Eso no quita que los pequeños puedan o quieran salirse con la suya pasando por encima del otro, todavía no logran superar la etapa del egoísmo. Si se sobrepasan, las consecuencias no deben ser las que imponen papá o mamá.
Su vemos que nuestro niño le quita un juguete a otro o, ocurre a la inversa, lo mejor es observar cómo tratan de resolverlo entre ellos y no correr a salvarlos. Lo más probable es que lo resuelvan por si solos y, en 3 segundos, vuelvan a jugar tan felices como estaban antes.
Si un chico agrede a otro, por ejemplo lanzándole arena, quitándole su puesto en el tobogán o empujándole, nuestro pequeño debería tener las armas para defenderse sólo.
Si vemos que las cosas se pasan de su control o, un niño tiene obvias ventajas sobre el otro y se están haciendo daño, es hora de intervenir. En caso de que tu niño sea el culpable, invítale a pedir disculpas, explicando además que lo que hizo está mal.
En caso de que tu niño sea la víctima, acércate y ayúdale a que haga valer sus derechos con palabras de apoyo. Si se está sintiendo mal, aliéntale a que pase a otra actividad.
Cómo enseñar a defenderse
No es necesario enseñar a nuestro preescolar a boxear, pero si prepararle para situaciones en que se encontrará con conflictos. Esto es muy importante en hijos únicos o hermanos mayores, que no han experimentado conflictos con hermanos.
Mediante le juego, recrea posibles situaciones conflictivas y ensayen la forma de reaccionar. Un niño de esa edad tiene escaso autocontrol. El decirles que cuenten hasta diez no sirve, por lo que hay que ver cómo sacarse el enojo sin atacar.
El uso de violencia está en el mundo y, si tu niño es agredido, no sirve de nada decirle que pegar nunca está mal. Si lo atacan, debe defenderse con un empujón o algo leve, pero explicarle que nunca está bien que él sea quien de el primer golpe. Esto se aplica en niñas y niños.
A los 3 y 4 años, tu niño descubre un mundo fuera de casa y, dotarlo con las herramientas necesarias para enfrentar situaciones sin que los adultos intervengan, le ayudarán a ser más independientes, ganando habilidades sociales positivas.