Las vacaciones de verano son el momento en que los chicos se liberan y aprovechan de hacer todas las cosas que el año escolar les impide, con días largos para jugar y reglas un poco menos estrictas.
Todo lo bueno llega a su fin y, el inicio de clases está cerca para muchos niños y adolescentes, que deberán volver a armar sus mochilas, levantarse temprano y pasar varias horas sentados frente a un escritorio.
Volver a clases no es el momento preferido de los niños, aunque muchos padres lo celebran. Si nos preparamos con tiempo, el shock no será tanto y los chicos podrán adaptarse mejor.
Preparándose para volver a la escuela
En las vacaciones de verano, la rutina del año escolar se rompe y, los niños no están tan sujetos a horarios y reglas. El shock de volver a la estructura de un día a otro puede ser fuerte, por eso es mejor estar preparados.
Mi consejos es que, dos semanas antes del comienzo de las clases, volvamos a imponer una hora de acostarse similar a la que utilizamos durante el año escolar.
Si tus niños se acuestan a las 8 cuando van a la escuela, hazlos irse a dormir a las 8:30 la primera semanas y, a las 8 la segunda, así el golpe de volver a levantarse temprano no será tanto y estarán lo suficientemente descansados.
Después de dos meses sin pisar la escuela, a los más pequeños puede parecerles extraño el lugar, sobre todo si están empezando o se han cambiado a una nueva. Varias escuelas ofrecen días de visita antes de comenzar el año, momento en que también puedes conocer a sus maestros.
No dejes la compra de materiales y ropa para el último momento: Un niño que ve a su madre estresada corriendo de un lado a otro, se sentirá angustiado ante el inicio de clases.
Repasando contenidos
Muchas escuelas dejan un listado de tareas para el verano, especialmente lectura y algunos ejercicios matemáticos. Revisa en qué van tus hijos e impón al menos una hora de estudio para volver a tomar ritmo.
Esta hora puede ser utilizada para terminar con las tareas de verano o, para refrescar conocimientos. Además, los niños se acostumbrarán a pasar un momento largo concentrados en su trabajo.
Visitando al médico
Muchas escuelas, exigen que los niños tengan una revisión médica reciente y, para algunos grados, se piden pruebas de visión o audición, por lo que conseguir una hora puede parecer imposible, ya que todos dejan las cosas para los últimos días.
Deja pedida una hora con tiempo; puede ser que el pediatra te pida vacunas o exámenes adicionales.
Si tu niño tiene déficit atencional o algún otro problemas de aprendizaje o comportamiento, el prepararse para volver a la rutina es vital. Habla con su terapeuta y pídele un informe para entregar a la escuela. Reunirse con su maestra y hablarse sobre tu hijo, es una buena opción.
Volver a clases no es agradable, pero tampoco tiene que convertirse en el momento más odiado del año. Si hacemos las cosas con tiempo, será un día especial en que los chicos se reencontrarán con sus amigos, cargados de energía para aprender y divertirse.