Cuando nace un bebé, ya sea en la familia o de amigos cercanos, lo normal es que los nuevos padres sean visitados para conocer a la nueva adición a la familia, lo que puede resultar algo abrumador.
Ser padres de un recién nacido es cansador y difícil, sobre todo si se trata de padres primerizos o una madre que se está recuperando una cesárea. Por eso, tenemos algunas ideas de cómo hacer de tu visita algo útil.
Visitando a un recién nacido
Hay dos instancias en las que llegan visitas: El hospital y casa.
En el caso del hospital, la nueva mamá está adolorida, cansada y no es su mejor momento. En ese caso yo tengo una regla: Si esa persona te abriría la puerta recién levantada, sin peinarse o lavarse los dientes, eres bienvenido en el hospital. O sea, sólo amigos muy cercanos y familiares.
En casa la cosa cambia; tantos padres como bebés están en su hábitat y ya se sienten algo más recuperados. En todo caso, igual hay ciertas reglas de cortesía a seguir, sobre todo si no eres muy cercano.
La visita debe ser corta; es posible que la madre tenga que amamantar o esté cansada y sea su único momento de relajo. El máximo es 15 minutos.
No esperes que te ofrezcan algo; puedes llegar con un rico jugo y un pastel recién hecho. Te lo agradecerán y no se sentirán obligados a pararse y preparar un café.
Si vas a llevar un regalo, piensa en algo práctico. Es probable que ya tengan varios ítems de ropa o juguetes que el bebé no usará en meses; pañales y toallas húmedas siempre son bienvenidos.
En caso de que exista un hermano mayor, llevarle también un pequeño obsequio, seguramente se siente algo celoso o desplazado al ver que el bebé recibe tanto presente.
Ayudando a los nuevos padres
Si eres una persona cercana, los nuevos padres agradecerán mucho tu ayuda. Entre las cosas que puedes hacer y que serán muy bienvenidas, están:
- Traer lista una cena o almuerzo; lo más probable es que las primeras semanas estén viviendo de sándwich.
- Antes de ir, pregunta si necesitan algo de la tienda. Es difícil salir a comprar con un recién nacido. Simplemente diles por teléfono que pasarás a un supermercado y si necesitan algo.
- Si hay más hijos, ofrécete a hacer algo con ellos; una salida al parque, zoológico o a los juegos. No sólo será un relajo para los padres, sino que el niño se sentirá importante y bien atendido.
- Si eres muy, muy cercano, ofrece hacer un carga de lavado de ropa u ocuparte del bebé mientras mamá toma una merecida siesta, eso es algo impagable.
Los nuevos padres necesitan nuestra ayuda y, siendo prácticos y colaborando con las cosas del día a día, haremos de nuestra visita algo no sólo agradable, sino que también especial.