Cuando nacen los niños, es común que los padres tengan la cuna del recién nacido en su cuarto y, unos meses después, le lleven a su propia habitación. Hoy, existe un movimiento cada vez más amplio, que invita a que los chicos compartan la cama con sus padres durante sus primeros años de vida.
A esta práctica se le denomina colecho y tiene como filosofía que los niños que comparten la cama con sus padres, desarrollan un mayor apego y les ayuda a dormir mejor en sus primeros años de vida.
El colecho: Una polémica
El colecho, conocido en ingles como co-sleeping, es un tema muy polémico; sus detractores, dicen que existe el riesgo de que los padres aplasten a los bebés sin querer al moverse en la noche y que los niños que duermen con sus padres, tienen problemas para desarrollar su independencia.
Quienes defienden el colecho, indican que tomando las medidas adecuadas, no existe el riesgo de aplastar al bebé. Incluso, existen estudios que indican de que las posibilidades de muerte súbita son menores en bebés que duermen con sus padres.
Con respecto a su independencia, quienes practican el colecho dicen que los chicos que comparten la cama con sus padres, son más felices y sufren de menor ansiedad, lo que les permiten enfrentar mejor los desafíos de la vida.
No existe una edad límite para dar fin al colecho, sino que es el mismo niño quien expresa cuando desea pasar la noche en su habitación, en un proceso que depende de su madurez emocional.
Accesorios de colecho
Cada vez son más los padres que practican el colecho y en el mercado es posible encontrar una gran cantidad de accesorios para facilitarlos y, de paso, dar mayor seguridad y comodidad.
Los más solicitados, son una especie de cunas que se adhiere a la cama de los padres, así, el bebé está junto a ellos, pero se evita que pueda rodar y ser aplastado. Además, da más espacio para un dormir tranquilo.
Co-habitación
Además del colecho, existe otro movimiento dedicado a generar apego al compartir espacios. Se trata de la co-habitación, en la cual el niño o bebé duerme en el mismo cuarto que los padres, pero posee una cuna o cama individual.
La co-habitación, está recomendada por los médicos para todo bebé menor de seis meses. Pasado ese tiempo, queda en los padres el extender o no ese periodo.
Precauciones a la hora de practicar colecho
Los niños, tienen necesidades diferentes a los adultos y, algunas prácticas comunes para los grandes, pueden ser complicadas para los pequeños.
En general, los chicos tienden a destaparse por la noche. Por eso, solemos ponerles pijamas más abrigadores. En cambio, los adultos tendemos a utilizar más cobertores.
Si se combinan las dos cosas, el niño está en riesgo de que su temperatura corporal suba durante a noche por exceso de abrigo. Es necesario considerar eso al momento de preparar la cama y habitación para el colecho.
Otra cosa muy importante, es elegir un colchón que se ajuste perfectamente a la cama, sin dejar espacios en los que el niño pueda quedar atrapado. Hay que tener cuidado con almohadas y cojines.
Si se toman todas las precauciones, el colecho puede ser una práctica segura y, está en cada padre y madre, el decidir si es lo adecuado para su familia.