Terminó el año escolar y, los chicos tienen por delante un verano de diversión antes de volver pasa cursar el próximo grado. Pero no todos regresan a la misma escuela, sino que pasarán a otra.
Cambiarse de colegio puede ser una instancia positiva, sobre todo si tuvieron mala experiencia en su escuela anterior, ya que se les da la posibilidad de empezar de nuevo. Para otros chicos, es desagradable ya que implica cambios pese a que estaban bien en el otro colegio.
Sea cual sea el caso, hay que ayudarles y prepararlos para que la transición sea lo más simple posible.
Preparándose para la nueva escuela
La forma de preparar a nuestro hijo, depende de muchas cosas: La razón por la que se produce el cambio (económica, oportunidades de educación, mudanza etc) y la edad del niño.
En el primer caso, hay que ser sinceros con respecto al cambio, sobre todo en las dos primeras situaciones. En los más chiquitos no es necesario profundizar, pero si explicarles que no es culpa de ellos.
La mayoría de las escuelas cierra sólo en la segunda mitad del verano, ya que se hacen planificaciones y trabajo administrativo. Pregunta si es que puedes llevar al niño para que conozca el lugar y se familiarice con las instalaciones.
Si es que conocemos a algún niño que asista a esa escuela, intentemos una reunión. Conocer a alguien, les da a los pequeños una mayor seguridad.
Averigua el estilo de disciplina y exigencias: Puede ser que tu hijo esté acostumbrado a un ambiente más relajado. Pueden practicar con posibles situaciones mediante juego de roles.
Cambio de escuela en adolescentes
Los adolescentes son quienes pueden resentir más el cambio de escuela, ya que tienen grupos de amigos cercanos y, cambiarles de espacio les hará sentir enojados e inseguros.
Hazle conocer las cosas positivas de la nueva escuela; por ejemplo programas deportivos, laboratorios de ciencia, énfasis en el uso de tecnología, etc. Cada chico tiene sus intereses.
Al acercarse el primer día, nota qué tan seguro se siente; al empezar, no lo acompañes hasta su salón, puedes dejarle en la puerta o, si les da vergüenza, una o dos cuadras antes.
Durante los primeros meses, querrá impresionar a los otros chicos como forma de ganar amigos. Déjalo dentro de lo razonable, con el tiempo encontrará chicos con intereses similares o entrará a algún grupo.
Si es que tiene problemas socializando, estimúlalo a que se integre a algún equipo deportivo o club. Ambos son excelentes lugares para hacer amigos.
Los chicos son más adaptables de los que creemos y, si les apoyamos lo suficiente, pronto estarán acostumbrados a su nueva escuela.