Los padres temen que sus hijos sean intimidados o sufran de bullying en la escuela, pero pocos imaginan o saben qué hacer, cuando se enteran que, en realidad, el agresor es su chico.
Detrás de cada victima (o delante), hay un agresor que utiliza su poder, ya sea de forma física o sicológica, para agredir a alguno de sus pares. Enterarnos de que nuestro hijo es el causante del sufrimiento de otros chicos es difícil, pero se hace vital que tomemos acción.
Porqué los chicos hacen bullying
Existen diversas causas por las cuales un chico va a agredir a otro y los padres, junto a la escuela, debemos buscar qué está causando ese tipo de comportamiento en nuestro hijo.
- El intimidar al resto o a un chico más débil, es una forma de ganar poder entre sus pares o llamar la atención de forma negativa. Así, los niños se transforman en líderes mediante el temor.
- Otros chicos intimidan a otros, para evitar el ser agredidos o formar parte del grupo de los chicos populares. Muchas veces las victimas de bullying se transforman en victimarios.
- Violencia en casa o en su entorno: Puede que no nos hemos dado cuenta, pero nuestro hijo puede estar expuesto a violencia, ya sea por parte de un adulto a su cargo, estímulos en la TV o videojuegos o al presenciar peleas y gritos entre sus padres o personas importantes en su vida.
- Peleas entre hermanos: Muchas veces, un hermano menor que suela ser agredido o molestado por el mayor, se sacará la frustración con otro chico más débil en la escuela.
El encontrar la razón por la que nuestro hijo está haciendo bullying, es el primer paso para ayudarle a comprender lo malo de sus acciones y a corregir su comportamiento.
Trabajo en grupo
Lo primero que hace un padre cuando se entera que su hijo golpea, molesta o intimida a otro, es negarlo. Muy pocas veces se trata de una acusación falta y, si trabajos junto a la escuela, podremos evitar que la gravedad escale.
Muchos colegios tienen tolerancia cero ante el bullying y, a la primera agresión, nuestro hijo sufra de una suspensión o castigo especial. Nosotros debemos tomarlo como una oportunidad de hablar con la escuela y buscar formas de complementar la disciplina en casa.
Si se trata de una agresión grave, generalmente física, nuestro chico podría ser expulsado directamente, un llamado de atención que nos indica que necesitamos ayuda externa. Una visita al sicólogo infantil es una buena idea.
Lo importante es atacar el problema desde todos los frentes: Un niño que agrede, también está sufriendo y requiere de ayuda.
Pedir perdón
A medida que vayamos trabajando el tema con nuestro hijo, es vital que el niño entienda el dolor que causó en los otros chicos y, una vez que lo comprenda, llega la hora de disculparse.
Se trata de una acción que ayudará tanto al agredido como al agresor y, quién sabe, sea el inicio de una relación de amistad y respeto mutuo.
El bullying es una epidemia y todos los involucrados necesitan trabajar para detenerla.