El tema de los arneses para niños, también conocidos como correas, es bastante polémico. Muchos consideran que hacen ver al pequeño como un perrito que sacamos a pasear, pero la verdad es que son muy útiles.
Salir con un niño de dos años a la calle, centro comercial o un lugar lleno de gente, es todo un desafío. No se quedan quietos en un coche y se escurren como mantequilla de tu mano, por lo que el arnés se me hace un invento genial.
¿Qué prefieres? Estar tomando una y otra vez una mano pegajosa mientras hace todo lo posible por extraviarse o, darle la libertad para moverse un poco, sin la posibilidad de que en un segundo se lance a la calle o le pierdas el rastro.
Los arnés también pueden ser lindos
Las compañías fabricantes de productos para bebés, se han dado cuenta de lo populares que se están volviendo estos arneses o correas de seguridad y hoy podemos encontrarlos en forma de mochila que se abrocha al frente y, en la zona trasera se despliega la correa, que puedes afirmar cómodamente en tu mano.
Gracias a estas “mochilas,” los extraños ya no miran a los padres con cara de reproche, claro, ellos no tienen que perseguir agachados a un niño que sólo quiere caminar y ya no se queda en el coche o el portabebé.
Es más, muchos parques de diversiones, incluyendo Disneyworld en Estados Unidos, recomiendan el uso de estos arneses para evitar que los pequeños de extravíen.
Hace años yo también ponía esa mirada de reproche cuando veía que llevaban a un niño con una correa, como si fuera mascota, pero el tiempo y la experiencia me enseñaron que le dan paz y tranquilidad a padres y pequeños.
Seguridad ante todo
Los arneses son útiles y lindos, eso ya lo vimos en el punto anterior, pero algunos productos distan de ambas cosas. Me refiero a aquellas correas que se afirman en la muñeca del chico.
Cuando veo a una madre que lleva a su niño con una correa que se afirma en la muñeca, me imagino las torceduras y tirones que se lleva al caerse (los niños adoran irse al suelo, por más que intentemos impedirlo).
Los arneses tipo mochila, deben ir bien puestos y abrochados tal como dice el manual del fabricante, no demasiado sueltos ya que en caso de caída el peso del niño se va a distribuir mal y podría irse hacia el lado.
Antes de comprar un arnés, debes fijarte que cumpla con certificaciones de seguridad, que a tu pequeño no le incomode utilizarlo (créeme, le encantará y es muy joven para sentirse avergonzado) y que no te importen las miradas del resto.
Si alguien, esos que se creen genios del criar niños, te dice algo, sólo explícale que a tu niño también le encanta cuando le lanzas la pelota y la trae en la boca y que acabas de sacarle las pulgas. Esa decir, que no te importen los chismosos y metidos de siempre, finalmente tu sabes lo que es lo mejor para tu familia.