Si bien estamos en pleno verano, la hora de volver a la escuela está cada vez más cerca y con ella la preocupación de los padres no sólo por los desafíos que van a afrontar sus hijos, sino que también por el tremendo gasto que significa.
Cuadernos, libros, lápices, crayones, ropa, etc…. Todo suma y, si tienes más de un niño puede llegar a costarte bastante dinero. Por suerte, existen formas de ahorrar si haces las cosas con tiempo.
Revisa lo que tienes en casa
Antes de hacer una lista de compras, reúne todos los materiales que tienes en casa: Te encontrarás con cuadernos que tuvieron escaso uso, lápices sobrantes, materiales sin gastar y cosas repetidas.
Fíjate bien qué materiales puedes reutilizar, te darás cuenta que son bastantes y, con un poco de trabajo, quedarán como nuevos y listos para otro año de estudios.
Habla con familia y amigos
Probablemente tengas alguna amiga cuyo hijo mayor esté por entrar al cuarto grado, mientras el tuyo irá al tercero o, quizá, tu niño está por ir al sexto grado y ella tiene uno en el quinto.
Los libros de texto suelen ser muy costosos y, si se cuidaron bien, es posible que otro niño los vuelva a utilizar. Borra lo escrito, fórralos bien y estarán listos para hacer trueques.
Si tu niño usa uniforme para ir al colegio, estos pueden ir heredándose entre hermanos, amigos o familiares. Hagan un pozo común y vean qué le sirve a cada chico; desde la camiseta de la escuela a ropa deportiva.
Compras en grupo
No todo se podrá reutilizar, por lo que te recomiendo reunirte con amigos y familia y comprar cuadernos, lápices y útiles escolares de forma masiva. Siempre será más económico comprar cantidades grandes que uno por uno.
Ve a las fábricas o busca ofertas de descuento; seguramente vas a encontrar lo que necesitas a un precio más decente, con la ayuda de tus personas cercanas y, todos saldrán beneficiados.
Ropa nueva
Probablemente vas a necesitar comprar algunas prendas para los chicos, ya sea si usan uniforme o si llevan ropa normal. Mi consejo es no hacerlo con mucha anticipación o en gran cantidad.
Durante el verano, un niño perfectamente puede crecer y cambiar de talla y, esos pantalones y camisetas que le compraste en julio, ya no le quedarán en septiembre, resignándote a adquirir más.
Un niño no necesita ropa cara para ir al colegio, pero si ropa cómoda. Esos pantalones serán maltratados durante partidos de fútbol en el recreo. Piensa en durabilidad, pero no pagues de más por marcas.
Haz una lista con lo básico: Ropa interior, zapatillas, ropa de deporte, mochila, pantalones, camisetas, chaqueta y sudaderas. No son necesarias grandes cantidades y, siempre puedes ir reemplazándolas durante el año.
Con inteligencia y colaboración, la vuelta a clases no tiene porque ser un dolor para tu bolsillo, sino que el comienzo de una nueva aventura en la vida de tus niños.