Ya estamos cerca del momento que todos los chicos temen y los padres aman: El regreso a clases tras un largo receso de verano. Cambian las levantadas tarde por salir de la cama temprano y obligados, además de llegar a casa con tareas y sin ganas. La vuelta a la escuela está a la vuelta de la esquina y, si queremos evitar lo más posible el estrés (evitarlo por completo es desagradable), podemos poner en practica algunos consejos: Semana anterior al inicio de clases
- Si no los has hecho, comienza a levantar a los niños temprano, tal como en un día de escuela y, enviarlos a la cama a una hora consistente al periodo escolar.
- Es importante fijar rutinas, eso ayuda mucho: Irse a la cama a la misma hora, almorzar a la hora que lo harían en la escuela, tener tiempo “tranquilo” a la hora en que se hacen las tareas, etc.
- Prepara tu casa para todas las cartas que van a traer los chicos. Si tienes varios niños, crea un buzón en la cocina con espacios separados para cada uno.
- Coloca un calendario gigante (puedes hacerlo tu misma), para ir anotando compromisos y actividades.
- Compra con anticipación los snacks y cosas que necesitar para hacer sus almuerzos y, planifica el menú semanal. Te será mucho más sencillo comprar y prepararlos.
- Evalúa a tus hijos según cómo han madurado: ¿Están en condiciones de tener más responsabilidades? De ser así, piensa cuáles puedes asignarlas.
- Prepara las reglas: A qué hora se hará la tarea, dónde, cuánta TV pueden ver, etc.
- Ropa: ¿Está listo el uniforme? ¿Tienen suficiente ropa para los primeros meses? ¿Las zapatillas están en buenas condiciones? Recomiendo no comprar mucha ropa, ya que crecen muy rápido, sólo lo necesario para lo que queda del verano y la primera mitad de primavera, no quieres que ese pantalón nuevo nunca llegue a usarse.
- Útiles Escolares: Revisa la casa en busca de cuadernos, carpetas, lápices, lápices de colores, estuches, mochilas, etc. Muchas cosas del año pasado pueden reusarse. Si un cuaderno se utilizó muy poco, arranca esas hojas y por estética, puedes forrarlo.
- Intercambia: Habla con amigos que tengan niños de edad parecida; los libros que usaron tus chicos el año pasado pueden servirles a los de ellos y, los que sus hijos mayores usaron, serán los que tus niños necesitan. Puedes hacer lo mismo con la ropa.
Finalmente, respira hondo y prepárate para las semanas más caóticas y donde la tensión está a la orden del día. Los años pasados sobreviviste y este no debería ser la excepción.