Un niño que no tenga una costra en la rodilla o un rasguño de vez en cuando es sospechoso, ya que el estar en movimiento y jugando son partes normales de la niñez, incluyendo el par de heridas de guerra que todos sacamos.
Pero existen niños demasiado activos, que pasan por sobre lo normal y no sólo complican a los padres, sino que también a maestros que los tildan de chicos problema.
Estos niños incapaces de quedarse quietos suelen sufrir de una condición conocida como hiperactividad y que normalmente superan al llegar a la adolescencia. Eso no significa dejarla sin tratamiento.
Qué es la hiperactividad
La hiperactividad, es un trastorno neurológico que impide un adecuado control de impulsos en los pequeños. Los niños lo sufren con mas frecuencia que las niñas y suele ir acompañada de otros problemas, como déficit atencional.
Un niño hiperactivo tendrá dificultades para concentrarse, ya que cualquier estimulo lo hará distraerse. Suelen ser poco cuidadosos y su rendimiento escolar se ve afectado.
Al ser impulsivos, suelen no medir o considerar el peligro, por lo requieren mayor supervisión. No se trata de niños malos, sino que algo más traviesos y que suelen ser más inmaduros que sus pares.
Un niño hiperactivo puede tener una inteligencia normal o incluso superior, pero sus problemas de concentración y comportamiento le juegan en contra dentro de un espacio educacional normal.
Los padres, también tienden a frustrarse al no poder controlar al niño, que será propenso a berrinches, desobediencia y conflictos, lo que causa problemas con hermanos.
Cómo se trata la hiperactividad
Lo más probable es que tu no lo notes en un principio y sea una maestra del preescolar o jardín de niños quien te pida una evaluación para tu hijo. Habla con tu pediatra y él sabrá guiarte.
Un neurólogo infantil realizará algunas pruebas mediante el juego y podrá evaluar a tu niño. No todos los pequeños con hiperactividad requieren tratamiento, aunque en más de la mitad de los casos va ligada a otro problema como el déficit atencional.
Es probable que tu hijo requiere de trabajo con una psicopedagoga, para el área de estudio y una sicóloga que lo ayude a desarrollar técnicas para controlar sus emociones e impulsos. Muchas veces se trabaja con grupos de tres o cuatro niños con el mismo problema.
La familia también tendrá que desarrollar hábitos y estrategias para ayudarle y guiarle. Es posible que se requiera un colegio más personalizado, con menos alumnos por maestra.
El tema de la medicación para niños hiperactivos es bastante controversial. Muchos padres han optado por tratamientos naturales, aunque en los casos más graves pueden requerirse remedios farmacológicos.
Un niño en tratamiento con medicamentos para el déficit atencional, requerirá un seguimiento y análisis de posibles efectos secundarios. Lo más probable es que el chico mejora a medida que crezca y su cerebro se desarrolla.
Trata de ocupar esa energía extra de tu hijo en actividades como el deporte, juegos que llamen su atención y estimulen la concentración de forma divertida y desafíos que la hagan esforzarse sin frustrarlo.