Treinta años atrás, la imagen de las abuelas eran de señoras de edad que se sentaban a tejer mientras sus nietos jugaban a su alrededor. Hoy, no podría ser más diferente y los abuelos son socios activos a la hora de criar a nuestros niños.
Muchos padres delegan gran cantidad de actividades en los abuelos; suelen tener más tiempo y siguen estando en plena actividad; conducen y son capaces de tener una complicidad única con sus nietos.
A veces tendemos a olvidar que ellos ya terminaron sus años de crianza y, bien están dispuestos a ayudarnos, también tienen una vida propia que no necesariamente tiene girar en torno a nuestra necesidades.
Los abuelos modernos
Cómplices, amigos pero no disciplinadores, los abuelos son la mezcla perfecta, pero no debemos esperar que sean una extensión de lo que los padres quieren imponer. Son excelentes ayudantes, pero no tienen porque estar a nuestra disposición las 24 horas del día.
Muchos abuelos y abuelas están dispuestos a dedicarse a sus nietos y se trata de algo admirable y de una gran ayuda para los padres. Tienen experiencia y eso es muy valorable, y no debemos mirar en menos sus consejos.
El tiempo que los niños pasan con sus abuelos es especial, con actividades diferentes que los llevan a construir una estupenda relación. Los chicos valoran los que los abuelos tienen para enseñarles.
Estar de acuerdo en lo importante
Los abuelos, tienen a ser menos duros a la hora de aplicar disciplina y eso está bien, pero padres y abuelos necesitan ser un frente común a la hora de tratar los temas importantes.
Si establecemos una línea de crianza, debemos tratar de que todos quienes son participes en el proceso de cuidar y ayudar a criar a los chicos, la sigan. Ceder en lo pequeño no es problema, pero hay reglas que todos deben acatar.
Padres y abuelos deben sentarse y conversar sobre las cosas o comportamiento que son intrazables. Pero también debemos entender, que los chicos requieren salirse de la rutina de cuando en cuando y los abuelos son especialistas en consentirlos, aunque sea un poco.
A los hijos de los educa y a los nietos se los disfruta. Ese dicho tiene mucho de cierto y, si siguen líneas generales comunes, los abuelos serán de cierta forma nuestros aliados.
Complicidad abuelos—nietos
Cuando era pequeña, los días viernes me iba a dormir a la casa de mis abuelos y, los días sábados era el turno de mi hermano. Ese tiempo que pasaba a solas y que estaba dedicado solo a mi, fue invaluable.
Los abuelos y la relación que generan con sus nietos, es muy diferente a la que pueden lograr padres e hijos. El fuerte de la crianza está en los padres y los abuelos pueden ser excelentes ayudantes, pero no les pidamos que hagan nuestro trabajo.
Los abuelos de hoy son excelentes ayudantes y, si respetamos sus actividades y no les imponemos actividades, ellos serán pieza vital y compañeros a la hora de ver crecer a esos pequeños que tanto amamos.