Durante los primeros meses de vida, los bebés dependen de nosotros para moverse de un lugar a otro, por ello es tan importante ese momento en donde, apoyados en sus manos y rodillas, se desplazan por primera vez solos.

Los bebés, comienzan a gatear a partir de los 8 ó 9 meses de edad, aunque se trata de un número variable; puede ser que algunos partan antes o se demoren un poco más. Incluso, hay niños que nunca gatean y empiezan caminando.

El primer paso hacia la independencia

Los padres, esperan con ansias y algo de miedo el momento en que sus bebés se vuelven móviles, ya que si bien es un paso importante en su desarrollo, también se exponen a nuevos peligros.

Por eso, cuando los bebés lleguen a los seis meses de edad, es hora de convertir el hogar en un sitio a prueba de bebés gateadores.

Gatear no es algo que se consiga de la noche a la mañana y los padres podemos ayudar a que los pequeños se preparen.

Los médicos, recomiendan el llamado “tiempo boca abajo.” Se trata de poner a los niños recostados sobre su barriga en el suelo. Eso, les ayuda a comenzar a desplazarse hacia los lados y levantar bien su cabeza. La idea, es empezar con eso cuando los bebés llegan a los seis meses.

El tiempo boca abajo, debe ser de 30 minutos al día (con pausas). De a poco, verás como el bebé va desarrollando su musculatura y comenzará a intentar arrastrarse. Con el tiempo, estará listo para elevarse y empezar a gatear.

Una buena idea, es estimularlos a desplazarse llamado su atención con un juguete u objeto colorido, lo que les dará el aliciente para ir a buscarlo.

Cuándo debemos preocuparnos

Si un bebé no ha gateado o tampoco ha mostrado interés en desplazarse por si mismo al llegar al año de edad, es momento de consultar al pediatra. Puede ser que nuestro niño esté tomándose más tiempo y no hayan problemas, pero de todos modos es bueno recurrir a un especialista.

Niños con algunas condiciones como síndrome de Down, tendrán más complicaciones al momento de gatear, ya que tienen un menor tono muscular. Para ayudarles, fisioterapeutas trabajan con ellos desde muy temprana edad.

Si tu hijo no gatea, pero si muestra interés en querer desplazarse e intenta ponerse de pie, déjalo. No es obligatorio gatear y algunos bebés dan sus primeros pasos, saltándose esa etapa.

Casa a prueba de gateadores

Los chicos son curiosos y, al adquirir la habilidad de desplazarse, se exponen a peligros. Antes de que sean móviles, debemos convertir nuestro hogar en un lugar a prueba de gateadores.

Prepárate para seguir a tus niños de un lugar a otro y nunca les quites la vista de encima, ya que consiguen desplazarse a una velocidad bastante impresionante para ser tan pequeños.

Disfruta de esta etapa, ya que pronto se te vienen los dolores de espalda que llegan junto a sus primeros pasos.

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