Seguramente se han informado en los medios, acerca del aumento de casos de meningitis bacteriana en diferentes partes del mundo. Si bien no se puede hablar de epidemia, si se trata de un brote al que tenemos que estar alerta.
A diferencia de otros brotes infecciosos recientes (recuerdan la influenza AHN1), la meningitis es una enfermedad grave, incluso mortal y que puede dejar consecuencias serias en los niños pequeños que la padecen. Por ello, se hace importante educarse sobre el tema.
Qué es la meningitis
El nombre Meningitis, se refiere a la inflamación de las meninges, membranas que cubren el cerebro. Puede tener varias causas, siendo bacterias y virus las más comunes.
Ahora, nos encontramos ante un brote de meningitis bacteriana provocada por una cepa más agresiva del meningococo B, que suele ser el culpable más común de los casos de meningitis en los niños.
Quiénes pueden padecer meningitis
Cualquier persona puede contagiarse con meningitis, ya sean niños o adultos, pero se hace más grave en los más pequeños, ya que suele ser mas agresiva y, el tratamiento puede dejar secuelas.
Cómo se contagia la meningitis
La meningitis bacteriana se contagia por contacto directo; compartir cucharas, vasos, contacto con saliva, etc. La meningitis es menos contagiosa que un resfrío, pero si más peligrosa.
Síntomas de la meningitis
Los síntomas de la meningitis so bastante claros y, si se sospecha que el niño podría tener, hay que acudir de inmediato al centro de salud más cercano
- Fiebre alta
- Foto sensibilidad (los niños rehúyen las luces)
- Rigidez en las articulaciones, especialmente el cuello
- Dolor de cabeza
- Sarpullido en el cuerpo
- Convulsiones
- No todos los niños con meningitis presentan todos los síntomas y, en el caso de los bebés, sobre todo los menores de 6 meses, podemos notar inflamación en la fontanela (donde el cráneo aún no terminó de fusionarse) y dificultades respiratorias,
- El dolor de cuello es el síntoma más clásico. El niño tendrá dolor o problemas para tocarse el pecho con la barbilla.
Diagnostico
Al llegar al centro de salud, los médicos harán una serie de exámenes para comprobar si el bebé tiene o no meningitis bacteriana. Están primero las pruebas físicas y después examen de sangre.
Si las sospechas son fuertes, el médico puede pedir una punción, procedimiento en que se extrae líquido raquídeo desde el espacio entre las vertebras en la espalda. Se utiliza anestesia local, pero de todos modos es molesto y doloroso, por lo se te pedirá ayuda para mantener al pequeño tranquilo.
Tratamiento
La meningitis bacteriana se trata de forma agresiva con antibióticos intravenosos y, de ser pesquisada a tiempo tiene buen pronostico.
Lo mas probable es que tu niño pase un par de semanas en el hospital y, toda la familia deberá seguir un tratamiento de prevención.
Cómo prevenir la meningitis
En momentos donde se está viviendo un brote de meningitis, las medidas de prevención en el día a día van por la higiene y el cuidado en la interacción con personas que podrían estar enfermas.
Los padres, deben estar atentos a los síntomas que podrían presentar sus hijos y llevarles al médico de forma oportuna si sospechan de una posible meningitis. En caso de contacto cercano con alguien que haya tenido meningitis, los pediatras recomendarán un tratamiento de prevención.
Existe una vacuna contra la meningitis bacteriana, pero no se sabe con certeza si la cepa que está causando el brote actual está dentro de la vacuna. Lo mejor es seguir el consejo del pediatra acerca de si es necesario o no vacunar a los niños.