Desde que tienen la habilidad de tomarlos en sus manos, los niños ya comienzan a manejar los teléfonos móviles, incluso mejor que sus padres que ya llevan varios años de práctica.
Los chicos nacen con un talento innato para la tecnología, pero eso no significa que sea seguro que tengan un móvil de pequeños. Pero ¿Cuándo es adecuado comprar los niños su primer teléfono?
No hay una respuesta fija para esa pregunta, pero si una interrogante que todo los padres deben hacerse: ¿Mi hijo realmente lo necesita?
El primer móvil
Los móviles, cumplen una función especifica, dar la posibilidad de comunicarnos cuando es necesario y estar ubicables en todo momento.
Un niño que va de la casa a la escuela, siempre en compañía de los padres o un adulto determinado, no tendrá la necesidad de un aparato portátil para comunicarse.
En el caso contrario, un chico que se va sólo de la escuela a casa o se mueve entre diferentes actividades durante el día, se beneficiará de la posibilidad de poder comunicarse con sus padres en todo momento, además de tener la tranquilidad de ubicarlo en todo momento.
En el caso de los adolescentes, ellos requieren la privacidad y posibilidad de hablar y compartir con amigos y familiares durante el día, por lo que la gran mayoría de ellos tiene un terminal.
Como ven, la edad depende de lo necesario que sea el móvil para el chico y no de sus deseos. La gran mayoría querrá uno, no por nada es el objeto tecnológico de móvil, pero es la decisión es de los padres..
Eligiendo un móvil para los niños
El mercado tiene terminales para todos los gustos, precios y necesidades. En el caso de los chicos, sobre todo los más pequeños, existen móviles creados especialmente para ellos.
Se trata de teléfonos que tienen autorización para llamar y recibir llamados hacia y desde determinados números, siempre pre-aprobados por los padres. Suelen ser resistentes y, los más avanzados, poseen un GPS que permite a los adultos localizar al chico a través de la computadora.
Móviles para adolescentes
Los adolescentes, querrán móviles algo más avanzados, pero con la tecnología llega el riesgo. Es común que los más jóvenes se pasen el día enviando y recibiendo mensajes de texto, incluso en la escuela. Además, se les da un acceso no controlado a Internet, con los peligros que ello acarrea.
A la hora de comprar un móvil para un adolescente, padres e hijos deben hacer un compromiso y establecer límites claros. Existen una serie de planes controlados que limitan la cantidad de minutos y mensajes, acceso a Internet y que permite un monitoreo de la actividad por parte del adulto a cargo.
Existen aplicaciones para teléfonos inteligentes, que permiten añadir controles parentales al móvil. Así, podemos restringir el acceso a Internet, los horarios de uso y envío de mensajes, etc.
Ningún filtro es suficiente y los chicos son más hábiles que nosotros a la hora de manejar la tecnología. Dentro del compromiso que se establezca, debe quedar claro que los padres tienen el derecho de revisar el móvil cuando deseen.
Por más que el joven sea responsable, el cerebro de los adolescentes no mide bien los riesgos o las consecuencias de sus acciones. Muchos chicos han visto complicada su vida por tomar y enviar fotografías inadecuadas o relacionarse con gente equivocada.
Los teléfonos móviles son una necesidad para algunos chicos y, con la supervisión adecuada y tomando los resguardos necesarios, podemos entregarles su primer móvil, dándoles la posibilidad de estar comunicados y ubicables en todo momento.