Los niños pequeños son capaces de alcanzar poses increíbles, estar sentados en cuclillas por una buena cantidad de tiempo y luego moverse de posición como si nada, parece que fueran expertos en yoga.
Si bien los niños de entre 6 meses y 2 años se ponen en poses extrañas, eso no significa que no tengamos que estar atentos. Si tu pequeño se sienta con sus piernas dobladas hacia afuera formando una W, podría haber un problema.
La posición W
Tal como ven en la foto, la posición W es bastante común en niños pequeños y, es probable que tu hijo la haga algunas veces, especialmente si recién está empezando a ponerse de pie, ya que buscan una forma en que les sea más sencillo cambiar de sentados a parados.
Pero la posición W, sobre todo si la repiten con frecuencia o es su preferida, también puede provocar que sus caderas no puedan rotar a su posición normal. Asimismo, al estar sentados así, no trabajan la musculatura adecuada.
A los niños que se sientan en W con frecuencia, puede empezar a hacérseles difícil el ponerse de pie, rotar o incluso moverse hacia adelante o atrás, ya que literalmente han creado un nudo con sus extremidades inferiores, lo que evita que puedan explorar.
Si tu pequeño está demasiado quieto sentado en W y con el mismo juguete en mano, puede ser que simplemente esté atorado y, no pueda aprovechar la curiosidad de esta edad, donde el cerebro se desarrolla mucho. En caso de verlo así, tómalo y corrige su posición, puede ser que tengas que hacerlo varias veces, pero es por su bien.
Cuándo hablar con el pediatra
Tu eres la mejor para saber si algo no está bien. Si notas que se sienta en W la mayoría del tiempo y, no está moviéndose como debería o cumpliendo metas como caminar bien, trepar el sillón, etc, es momento de hablar con el pediatra.
Puede ser que a tu niño le falte tono en sus músculos o que tenga algún problema que hace que sus articulaciones se salgan de lugar con frecuencia, por lo que literalmente queda enganchado hasta que vuelven a la normalidad.
El pediatra hará un examen visual y físico y, lo más probable es que solicite radiografías u otros tests. En caso de haber un problema, tu niño tendrá que trabajar con un terapeuta físico y ocupacional.
No te asustes si la posición W es ocasional, los niños son flexibles, pero si se repite siempre o casi siempre, es razón de acudir al médico.