Si tienes un o más hijos, seguramente te diste cuenta que, alrededor de los 8 meses, una vez que el bebé ya es capaz de percibir más cosas y mirar a su alrededor con atención, viene una etapa en que sólo quieren estar contigo.
La crisis de los 8 meses, conocida como ansiedad de separación, corresponde al momento en que el pequeño se da cuenta de que pueden estar o existir sin su madre o padre, siendo seres independientes.
La ansiedad de separación
En un periodo que va entre los 8 meses y un año de edad, los bebés experimentan una fase conocida como ansiedad de separación, en donde ya son capaces de darse cuenta que las personas y objetos pueden existir sin necesidad que estén a la vista.
Eso les produce mucha ansiedad y sólo quieren estar en brazos de su madre o padre, ya que de cierta forma comprenden que es posible que la persona que esté a su cargo lo deje y siga haciendo cosas sin él.
Se trata de una etapa frustrante tanto para el bebé como también para los padres y, el primer paso a lo que será su independencia una vez que sean capaces de desplazarse solos, ya sea gateando o caminando.
Si bien hay momentos en que la ansiedad del bebé toca el techo y, otros en que parece calmarse, hay periodos donde se nota que se siente asustado o preocupado al ver que su padre o madre se van.
Se le llama la crisis de los 8 meses, que es la edad donde suele comenzar, pero es una etapa y dura varios meses. A algunos no se les va hasta que empiezan a quedarse con gusto en el jardín de infantes.
Qué hacer con un bebé con ansiedad de separación
Sientes que tu bebé llora desesperado cada vez que lo dejas en su corral, alfombra de juegos o silla, aunque sea por unos minutos. Tu bebé te quiere y ahora, no en 30 segundos más, por lo que muchos padres se preguntan qué hacer.
Cuando la crisis es fuerte, debes entender que tu bebé realmente está muy ansioso y asustado, así que no es el momento de dejar que llore y se calme por si mismo, ya que estaríamos alimentando sus inseguridades.
Si puedes, llévalo en un carga bebé cuando te sea posible y, trata de que se familiarice con gente nueva. A medida que tu pequeño encuentre nuevos rostros amigos y con los que se siente seguro, su ansiedad por estar siempre contigo disminuirá.
Cuando estés con él en casa, déjale en el suelo y aléjate de a poco. Dile que estás en la habitación o lo que vas a hacer, quizá no comprenda bien pero de a poco captará el concepto.
Práctica salir de la habitación y observa qué hace. Quizá, además de llorar, está intentando moverse. Estimúlalo para que gatee y adquiera independencia. Será él quien se aleje de ti para acercarse a juguetes o cosas que le llamen la atención.
Como toda fase, termina pasando y, pronto verás que tu bebé se está convirtiendo en un niño sociable, curioso y que no requiere estar pegado a ti todo el tiempo.