Cuando aprenden a caminar, los pequeños se lanzan a descubrir el mundo y, sus pies necesitan el zapato adecuado para evitar accidentes y ayudarles a mejorar su caminar.
En el mercado, existe una gran cantidad de zapatos para niños pequeños entre 1 y 5 años y, a veces cometemos errores a la hora de elegir el mejor para nuestro niño.
Algunos consejos para comprar zapatos a tus niños pequeños son:
Elige un zapato firme pero no duro o rígido
El pie del niño debe poder realizar sin problemas sus movimientos naturales. Muchos padres creen que un zapato debe mantener el pie derecho y ser rígido, complicando al niño y evitando que aprenda a caminar como es debido.
No escojas zapatos “tipo adulto”
Pueden verse tiernos; una niña con un pequeño tacon o un chiquito con botas como las de papá. Los zapatos ideales para niños pequeños, han sido diseñados pensando en ellos y sus necesidades.
Un zapato “tipo adulto” no sólo será poco beneficioso, sino que también peligroso.
Evita suelas duras
La suela del zapato del niño debe ser flexible y no dura. Existe la idea de que una suela dura es mejor, pero lo cierto es que es todo lo contrario.
Una suela que no cede, va en contra del movimiento natural de los pies del pequeño.
Sandalias de verano
Si hace calor, querrás comprarles sandalias y eso no es problema, pero debes evitar aquellas que nos les dan suficiente soporte como las llamadas ojotas o las tipo Croocs.
Busca una sandalia que afirme su pie y evite que se resbale. Si tu hijo quiere ir descalzo y el terreno lo permite, no hay nada malo en eso.
Zapatos crecederos
Existe la tentación de comprar un zapato un número más grande del que usa nuestro niño, ya que pasan tan rápido de talla, pero eso no es lo adecuado para que caminen bien.
Un zapato que les queda grande, da lugar a que se resbalen o el pie quede en mala posición. En vez de comprar zapatos nuevos cada dos meses, intercambia con amigas que tengan un niño de edad similar o compra usados.
Ve con ellos a comprar
Cada pie es diferente y jamás te comprarías zapatos sin probártelos. Lo mismo se aplica a los niños. Un zapato puede ser del número correcto, pero apretarles por arriba o el lado.
Lleva a tu hijo contigo y, primero selecciona todos los zapatos que te parezcan adecuados, para luego ir probándolos. Entre el dedo gordo y la punta del zapato, debe quedar un espacio no mayor o menor que el de tu pulgar.
Pide al niño que camine y sienta los zapatos. Puedes hacerlo más divertido si es que dan una vuelta o saltan.
Unos buenos zapatos, son una inversión que pagará a futuro, dando el soporte que los niños necesitan para unos años llenos de aventuras.