Quién alguna vez no sintió una picazón en la cabeza, para luego darse cuenta que tenía piojos. La mayoría de los niños tendrá piojos alguna vez en su infancia. A pesar de lo que se cree, no es culpa de una mala higiene y tiene un tratamiento rápido y efectivo.
La pediculosis, (nombre que se le da a la infección por piojos), afecta a casi el 50% de los pequeños alguna vez, sobre todo en la etapa preescolar o escuela primaria, ya que es la época en donde los chicos tienen un juego más físico, lo que facilita el contagio.
Cómo se contagian los piojos
Los piojos, son pequeños parásitos que se adhieren al cuero cabelludo, poniendo huevos en el cabello. Pueden traspasarse de diferentes maneras, ya sea mediante el contacto directo entre las cabezas, como también al compartir cepillos, peinetas, gorros y bufandas.
Las niñas tienden un mayor riesgo de contagio, pero de ninguna manera de se trata de un problema que vaya a afectar seriamente su salud, sino que son desagradables y requieren de un tratamiento especial.
Cómo saber si mi hijo tiene piojos
La primera señal que solemos observar, es que los chicos se rascan contantemente la cabeza o se quejan de picazón.
Otras veces, la detección se hace una vez que la maestra nos llama o escribe indicando que el niño podría estar contagiado o que existe un brote de piojos en la escuela, pidiendo que se les revise.
Revisar la cabeza de los niños, es un proceso riguroso. Hay que mirar con mucho cuidado la cabeza de los pequeños y sus cabellos. Miden alrededor de 4 milímetros y las liendres son blancas.
Si se puede, trata de mirar con lupa y separa el cabello con un peine muy fino. Puede ser que un niño no tenga piojos, pero si liendres.
Tratamiento de los piojos
Existen en el mercado una serie de productos dirigidos al tratamiento de los piojos. En general, son lociones que se aplican en todo el cabello y, luego de dejarlas actuar por cierta cantidad de horas, debe pasarse un peine especial para ir removiendo los piojos y liendres.
El peine que se utiliza es de acero y con una mínima separación entre sus dientes, cosa de poder capturar el piojo o liendre. Hay que ser muy minuciosos. Se recomienda repetir el tratamiento una semana después.
En las farmacias se venden lociones especialmente creadas para niños, es posible encontrar algunas creadas a base de elementos naturales y por ello menos tóxicas. Si el niño es alérgico o tiene la piel muy sensible, lo ideal es buscar la recomendación de su médico.
Si uno de los niños de la casa se contagió de piojos o tiene liendres, es bueno realizar un tratamiento preventivo a los hermanos u otros chicos que estén en contacto con él, como así también a los padres.
Hay que lavar sabanas, cojines, almohadas y ropa que haya usando el chico en agua caliente.
Qué hacer si los piojos no se van
Normalmente, basta con los tratamientos comunes para eliminar los piojos y prevenir su reaparición, pero existen casos en que eso no da resultado. Allí, conviene buscar ayuda profesional.
Se puede acudir al pediatra o a un dermatólogo infantil. También, existen peluquerías dedicadas exclusivamente al tratamiento de la pediculosis. Al ser expertos, tendrán mejores resultados que una persona sin experiencia.
Que nuestro niño tenga piojos, no es una sanción social ni una acusación a nuestra capacidad de mantenerles aseados. Hay que evitar la estigmatización y tomárselo con calma.