Cuando dos personas que tienen hijos por su lado, deciden tener una relación seria, estos niños deberán pasar más tiempo juntos y aprender a convivir dentro de una mini familia que se está conformando.
Algunos chicos están felices con estos hermanos añadidos, mientras que otros no querrán tener nada que ver con estos pequeños que, no son de su familia, pero si tienen una relación con su padre o madre.
Los hermanastros deben aprender que se trata de una situación permanente y, aprender a tener una relación cordial o mejor, amistosa.
Los mios y los tuyos
Se suele hacer la diferencia entre mis hijos y tus hijos: Cuando ambos están a cargo de su cuidado, quiéranlo o no pasan a ser un conjunto. Obviamente el padrastro y madrastra tendrá otro tipo de autoridad, pero la pareja debe tener un acuerdo acerca de cómo proceder ante diferentes situaciones.
Cuando los niños vienen los fines de semana
Lo más común, es que los pequeños de la mujer vivan con ella y, los del hombre lo hagan durante el fin de semana y vacaciones. Eso puede generar celos o la sensación de que les están quitando a su padre en un nuevo hogar que no sienten como suyo.
Por ello, los hijos que no viven en forma permanente con su padre o madre, igualmente deben tener su espacio en la casa. Una habitación decorada a su gusto y que sientan como suya, un puesto determinado en la mesa y la suficiente comodidad como para no sentirse como invitados.
En cuanto a reglas, la ley pareja no es dura. Si tu hijo no puede ver TV hasta las 20 horas o jugar durante una hora diaria con la consola, lo mismo se aplicará al resto de los niños. Acá no deben haber privilegiados.
Conflictos entre hermanastros
Como en toda relación, sobre todo si es forzada, los niños chocarán y puede ser que los conflictos sea serios. No podemos obligares a ser amigos, pero si recalcar que son parte de una familia.
Es posible estimular la relación entre hermanastros. Si tenemos chicos de edad similar, el llevarle a una actividad que ambos disfruten y en torno a la cual puedan establecer una relación, es buena idea. Puede ser un deporte o, si les gustan los animales, una visita al acuario.
En caso de mucha diferencia de edad, no es justo que los mayores deban estar obligados a paseos y actividades para pequeños. Planean cosas que les gusten a todos y, si puedes, consigue una niñera para los menores y salgan con los mayores al cine o a cenar. Se sentirán así igual de importantes.
A la hora de corregir comportamientos, acuerden en pareja qué van a hacer. Las charlas deben quedar en manos del padre o madre, pero hay que actuar en torno a un sistema común.
Tener hermanastros es una oportunidad de crecer y sentirse más cómodos en un nuevo modelo de familia, pero si se fuerzan las cosas, sólo se logra resentimientos y no una relación agradable.