Es común que dejemos paso a las travesuras o comportamiento de los niños más pequeños y, cuando crecen y llegan a edad escolar, nos cueste corregirlas porque ya están acostumbrados.
Por eso es tan importante inculcar lo básico a temprana edad. Queremos compartir contigo 5 costumbres importantes que debes enseñar a tus hijos pequeños.
Soy tu madre/padre no tu empleado
No son pocos los niños que actúan casi como unos tiranos con sus padres, esperando que ellos cumplan con obligaciones que son inherentes a cada persona, por más pequeña que sea.
Enséñale que es su obligación recoger lo que tira al suelo, levantar su plato de la mesa, llevar su vaso a la cocina cuando terminó de beber la leche o jugo y dejar su abrigo en su lugar al llegar a casa. Cualquier niño mayor de 2 años y medio puede aprenderlo.
Tu cuarto, tu responsabilidad
Juguetes tirados por todos lados, ropa en el suelo, etc. Los cuartos de los niños suelen ser caóticos y, por más que los ordenemos una y otra vez, regresan rápidamente a su estado de desastre.
El cuarto de tu hijo, es su lugar y, por tanto su responsabilidad. A partir de los 2 años pueden enseñarle a guardar los juguetes y, una vez que crece, alrededor de los 4, que la ropa se pone en la canasta del lavado y, no en el suelo. Tu no vas a ir a ordenarle el desastre.
Somos una familia y todos ayudamos
El hacer las tareas del hogar recae obviamente en los padres, pero los chicos también pueden colaborar con cosas que pueden realizar a su edad:
Un niño de 2 años puede recoger sus juguetes, uno de tres ayudar a poner algunas cosas en la mesa, uno de 4 ayudarte a ordenar las compras, el de 5 hacer su cama, etc.
Comportarse en público
No estás criando animales, sino que personas con buenos modales y respetuosas. Si tu hijo se competa como un completo loco cuando salen a comer o a algún lugar público, hay que inculcar el control.
No vayas a lugares que no son amigables con los niños; por ejemplo un restaurante no pensado para la familia. Practiquen primero cómo comportarse simulando en casa y trata de crear posibles situaciones sociales y ve cómo tu niño reaccionaría, corrigiendo el comportamiento.
Decir Por Favor, Gracias y De nada
Una persona educada no sólo llega más lejos, sino que también aprende empatía y tiene mejores relaciones sociales. Lo primero es aprender a decir tres palabras: Por Favor, Gracias y De Nada.
Estas tres palabras mágicas deben usarse en todo momento; da el ejemplo y utilizabas tu mismo y, si ellos no las usan al pedirle algo o cuando se lo das, espera a que lo hagan.