Se habla mucho sobre la depresión que pueden experimentar las madres tras el nacimiento del bebé y, cómo el padre puede ayudarla, pero pocas veces se menciona que los hombres también pueden sufrir de este problema.
La depresión post parto masculina es una realidad, pero lleva una carga social importante, por lo que los padres raramente buscan ayuda y reciben tratamiento.
Depresión post parto en hombres
Una vez nacido el bebé, pensamos que todo es alegría, pero son muchos los padres y madres que experimentan los contrario.
En el caso de los hombres, uno de cada cuatro nuevos padres sufre algún tipo de depresión post parto, la cual se suele manifestar durante el primer año de vida del bebé.
La depresión post parto masculina es igual de seria que la femenina, pero rara vez se trata. Así, los hombres viven con ansiedad, sensación de tristeza y abrumados sin que se atrevan a expresarlo.
Si se trata, la depresión post parto masculina es curable, pero de no hacerlo puede arrastrarse con el tiempo y afectar fuertemente la vida del hombre por años.
Síntomas de la depresión post parto masculina
Una de las causas por las que la depresión post parto en hombres quede sin diagnostico, es que sus síntomas son muy diferentes a los de la mujer. En general, se suele juzgar en vez de ayudar.
Algunos de los síntomas más comunes son:
- Fuerte aumento de estrés
- Subida o bajada rápida de peso
- Preocupación extrema acerca de cómo se está rindiendo en el trabajo
- Dudas graves acerca de si está cumpliendo con lo que se espera de su rol de padre
- Irritabilidad y sensación de frustración constante
- Padecimientos físicos: Dolores de cabeza, estómago, espalda, etc.
- Impulsividad
- Pensamientos sobre tragedias que podrían ocurrir en su familia
- Problemas para dormir
- Pérdida de interés en el sexo
- Busca de actividades que lo alejen de casa
- Comportamientos riesgosos: Consumo de alcohol, droga, conducción peligrosa, apuestas, etc
No todos los hombres presentan los mismos síntomas, pero si son guía para pedir ayuda.
El tratamiento, lo realiza un psiquiatra con la ayuda de un sicólogo. Puede ser que se utilicen fármacos. Es importante que tanto padre como madre trabajen juntos para volver a la normalidad.