Las alergias alimentarias son un tema serio y, afectan cada vez a más niños, los que se ven privados de alimentos importantes, como por ejemplo la leche.
Muchos niños son alérgicos a la proteína de la leche, algo muy diferente a la intolerancia a la lactosa. Si tu hijo la sufre o conoces a algún chico con dicha alergia, te contamos que hay alternativas.
Alternativas para niños alérgicos a la proteína de la leche
Los alérgicos a la proteína a la leche, tiene problemas con la llamada caseína, que es donde también se concentran sus principales nutrientes.
Estos chicos, pueden tener desde problemas estomacales a reacciones serias si comen un lácteo o, en los casos más graves, entran en contacto con ellos.
Como los niños requieren varios de los elementos presentes en la leche, como el calcio y la vitamina D, es necesario encontrar alternativas y se ofrecen varias para ir probando:
Leche de soya: Suele ser una de las más utilizadas en niños con alergia a la proteína de la leche, eso a menos que también lo sean a la soya. Es relativamente económica y fácil de encontrar en los supermercados.
Leche de avena: Esta leche de origen vegetal, es rica en nutrientes y aminoácidos, siendo una excelente alternativa a la leche de vaca o soya. Es muy recomendada para deportistas, ya que entrega bastante energía.
Leche de arroz: Al igual que la leche de avena, la leche de arroz es una buena alternativa a la de vaca. Es nutricionalmente muy completa y estupenda para quienes sufren problemas estomacales o tienen un estómago sensible.
Leche de Almendras: Bastante completa y rica en calcio o fosforo, la leche de almendres puede resultar algo más costosa. Tiene una buena cantidad de fibra, potasio y es muy buena si se tiene colesterol alta.
La mayoría de estas leches se encuentran en supermercados grandes o, en tiendas de alimentación naturista.
Qué pasa con la leche de oveja o cabra
En una importante cantidad de casos, quienes son alérgicos a la leche de vaca, también lo son a la de otros mamíferos, por lo que pocas veces son una opción válida. En todo caso, puede ser que el pediatra quiera intentarlo.
Alergias en niños amamantados
Si un niño es alérgico a la proteína de la leche y está tomando leche materna, es la madre quien debe modificar su alimentación, dejando de lado cualquier lácteo e incluso carne.
Si el niño tolera bien la leche materna, no necesitará sustitutos durante los primeros años de su vida. En caso contrario, hay que acudir, al menos hasta que tenga un año, a la leches maternizadas especiales.
Estas, son desarrolladas especialmente para bebés con alergia a la proteína de la leche y, los pediatras recomiendan ir probando hasta encontrar una a la que nuestro pequeñín no presente reacciones.
Vivir con alergia la proteína de la leche no es fácil, pero la gran mayoría de los niños la supera a medida que crece.