Cada vez son más las familias que deciden unirse a la alimentación vegetariana que, a través de diferentes corrientes, deja de lado el consumo de ciertos productos de origen animal. Pero, cómo afecta esto a un niño en desarrollo.
El organismo de los niños requiere una nutrición completa y, si bien muchas proteínas y vitaminas suelen estar presentes en carne, es posible reemplazarlas con otras opciones incluso más sanas.
El niño vegetariano
El vegetarianismo es una opción que debe tomarse con seriedad: No basta decir que de ahora en adelante no se come más carne, sino que hay que investigar opciones para suplir esos nutrientes.
Los niños, ya sea en su familia o, por decisión propia, también pueden ser vegetarianos, siempre siguiendo las guías de alimentación que aseguren una dieta balanceada.
No comer carne, no significa que de ahora en adelante se consumen sólo ensaladas o pastas. La principal preocupación, está en las fuentes de proteínas y existen algunas opciones que se pueden implementar.
La corriente ovo lacto vegetariana, que son quienes dejan de comer carne y pescado, pero siguen consumiendo huevos y leche, son quienes tienen mayores posibilidades de conseguir una dieta sana de manera menos complicada.
El caso de los veganos es más complicado, ya que ellos no consumen ningún producto de origen animal, incluyendo leche y huevos, en cualquier preparación, por lo que los nutricionistas advierten que su dieta debe ser monitoreada por expertos.
Opciones para niños vegetarianos
Los niños vegetarianos tienen un nivel más bajo de colesterol y consumen menos grasas saturadas pero, los pediatras advierten que hay que balancear lo que se deja de comer en términos nutricionales.
Hay dos cosas que son más complicadas de suplir: La Vitamina B12, que normalmente está en la carne y, el hierro, ya que el presente en vegetales es mucho más difícil de absorber que el de origen animal.
Entre los productos que deben formar parte importante de la dieta del niño vegetariano, están las legumbres como frijoles, lentejas y garbanzos, productos en base a soya y lácteos abundantes.
El niño vegano no consume lácteos o huevos, por lo que las preocupaciones son mayores. Una buena fuente de vitaminas importantes para ellos son vegetales como el brócoli y espárragos.
Una recomendación para ayudar a que el cuerpo absorba mejor el zinc, es remojar las legumbres o semillas en agua al menos por 24 horas antes de cocinarlas. Asimismo, consumir pan integral de grano entero y no galletas.
Una opción común, es el uso de suplementos como DHA, calcio, vitamina B12, Fierro, etc. Hay alimentos que los traen añadidos y también se pueden consumir en forma de bebidas o capsulas.
Lo mejor, es siempre consultar con un nutriólogo para crear un plan de alimentación que cumpla con las necesidades nutricionales del niño en cada etapa.