Al empezar el jardín de infantes o escuela, nuestros hijos entran a un circulo social diferente al que tuvieron en sus primeros años de vida, donde los amigos los elegíamos nosotros, siendo familiares o hijos de nuestros propios amigos.
El inicio de la escolarización, le da al niño la posibilidad de conocer chicos sin nuestra guía y, esos pequeños, también tienen padres que, de alguna manera, formarán parte de la vida de nuestro niño.
Fiestas de cumpleaños, tardes de juegos y actividades escolares: Loa padres con hijos en la misma clase, también deben formar un lazo que les permita comunicarse con eficiencia, eligiendo lo mejor para los niños.
Conoce a los padres de la escuela
En las reuniones de apoderados, se proactiva y preséntate al resto de la clase. Di tu nombre, a qué te dedicas y lo que buscas para tus hijos. Otros padres se sentirán llamados a hacer lo mismo.
Organicen paseos y actividades fuera de la escuela, que ayuden a las familias a conocerse mejor. No sólo tu hijo tendrá una oportunidad de socializar fuera de clases, sino que tu también puedes hacer nuevos amigos.
El conocer a los padres, también te da una idea de si crees que son buena influencia para tus hijos. No digo que elijas con quienes jugarán en la escuela basándose en sus padres, pero puede ser que no te sientas cómoda dejando que vayan a jugar a su casa.
Si conociste a padres que te agradaron y comparten tu filosofía de crianza, ambos estarán de acuerdo en estimular la amistad entre las familias, aunque no por eso debes obligar a que los niños sean amigos.
Qué hacer si los padres no me agradan
En la escuela estamos obligados a convivir y trabajar juntos por la educación y desarrollo de nuestros hijos, pero fuera de ella nosotros ponemos las reglas.
Cuando llega la hora de que nuestros pequeños vayan a jugar solos a la casa de un amigo, se queden a dormir o acudan a una fiesta, parte importante de la decisión está en su confiamos en esos padres.
Por ejemplo, si no te agrada el estilo o forma de supervisión en la casa de uno de los amigos de tu hijo, no vayas en contra de esa amistad. Estimula a tu niño a que lo invite a jugar a tu casa.
En caso de una fiesta de cumpleaños, en la que no confías en la adecuada supervisión de los padres del festejado, ofrécete a ayudar. No sólo le darás una mano a padres algo sobrepasados, sino que estarás tranquilo.
No es necesario ser aprensivos para no querer que nuestro niño vaya a alguna casa; desde perros bravos a albercas sin protección de rejas o peor, niños pequeños que quedan sin supervisión. Se proactiva y, en vez de romper una amistad, estimúlala ofreciendo que se quede en tu casa o llevarlos tu a actividades.
La relación entre los padres de la escuela, debe ser abierta, organizada y por sobre todo capaz de formar un frente unido a la hora de buscar lo mejor para los chicos.