En tiempos donde padre e hijos llegan agotados a casa bastante entrada la tarde, el tema de la tarea escolar siempre es complicado. Tanto los niños como los adultos están muy cansados y finalmente terminan haciéndola, de mala gana, casi en la noche
En la primera etapa escolar, la tarea más que añadir aprendizaje, tiene otra misión: Que los padres se involucren en la educación de sus hijos, estando al tanto de su trabajo en la escuela e incentivando el estudio.
Hacer la tarea no tiene porqué ser una pelea. Con algunos consejos, podemos armar un plan e integrarla de forma armónica a la rutina de la familia.
Hablar con la maestra
Al comenzar el año, es bueno reunirse con la maestra y preguntar el tipo de tareas que nuestro niño traerá a casa, cuándo llegarán (algunas escuelas envían una pauta semanal y otras diaria) y cuáles son los objetivos.
Si por ejemplo, se espera que el niño haga cierta cantidad de tareas de matemáticas, lengua y ciencias a la semana, hay que distribuir de forma inteligente.
Encuentra la materia que más le cueste y dediquen a ella el tiempo en que sabes que tu hijo se concentrará más. Un día lunes, tendrá más energía que un miércoles o jueves.
Las materias que más le agradan y que, por ende, no le resultarán molestas, pueden hacerlas en momentos donde la concentración no es tan alta: Antes de la cena, mañana de fines de semana, etc.
Calendario de tareas
Lleva un calendario con las tareas, trabajos, pruebas y eventos escolares. Que sea grande y visible, puedes ubicarlo en la cocina para que la familia siempre lo tenga a la vista.
Si sabemos con anticipación qué se viene, será más fácil prepararse, sin necesidad de estar a última hora.
Descanso
Determinen los domingos y, alguna tarde de la semana (por ejemplo miércoles) a que sea un día libre de tarea y donde se realice alguna actividad agradable como un juego de mesa o película para ver en familia.
Estar conectados con la maestra
Reúnete con la maestra de tu hijo cada dos meses y pregúntale en qué áreas está teniendo problemas y la mejor forma de ayudarlo. Padres y profesores deben ser un equipo.
Si sientes que no estás capacitada para ayudarlos en alguna materia o requieren un refuerzo especifico, puedes recurrir a un tutor hasta que la dificultad se resuelva. Aprende tu también la forma de ayudarles.
El año escolar no tiene porqué ser un suplicio, ni las tareas fuente de pelea y tensión en casa. Organizándose adecuadamente y trabajando en equipo, serán parte agradable del proceso de aprendizaje.