Cada vez que vemos una escena de nacimiento en alguna película o serie de televisión, se nos ponen los pelos de punta, ya que la mujer parece estar teniendo el peor momento de su vida. Para las primerizas, eso asusta y mucho.
Decir que no hay dolor en el parto es mentir, pero si existen formas de atenuarlo. La más común es a través de la anestesia epidural, una opción que se ofrece en los hospitales y que es efectiva y segura.
La anestesia epidural
Se trata de un método para el control del dolor que se utiliza frecuentemente en la medicina. A través de una inyección en la zona baja de la espalda, se bloquea de los impulsos nerviosos locales que luego de traducen en la sensación de dolor.
El hecho de haber recibido anestesia epidural, no implica que tengamos problemas para pujar o hayan dificultades en el parto. Al revés, una madre que no está sintiendo dolor, se encuentra relajada y se hace más fácil el proceso del nacimiento.
Cuando se llega al hospital y comienza el trabajo de parto, hay que esperar hasta el momento en que el médico considera que se puede aplicar la epidural. Generalmente, se aplica cuando hay una dilatación de 4 ó 5 centímetros.
Existe el mito de que la anestesia epidural es dolorosa, ya que se usa una aguja grande en nuestra columna. Los médicos, previamente aplican una inyección de lidocaína en la zona, evitando que sientas la segunda aguja.
Efectos secundarios de la anestesia epidural
Como todo procedimiento médico, la anestesia epidural también conlleva algunos riesgos, aunque debemos recalcar que sólo se dan en muy pocos casos y que se trata de un método seguro si lo aplica un profesional entrenado.
Entre los posibles efectos secundarios están:
- Disminución de la presión sanguínea
- Nauseas
- Dolor de cabeza
- Dolor en la zona de la inyección
- Falta de fuerza en las piernas durante las horas siguientes a la anestesia
- En casos muy contados, puede ocurrir daño en el nervio, pero se trata de una complicación muy rara
Cuándo no se puede recibir la epidural
Como ya les dijimos, se trata de un tipo de anestesia bastante seguro, pero no es para todas. En algunos casos, no es posible aplicar la epidural:
- El trabajo de parto va demasiado rápido: En ese caso, no hay tiempo ni es aconsejable aplicar la epidural.
- Uso de anticoagulantes: Si tomas algún tipo de medicamento anticoagulantes, no puedes recibir una epidural.
- Hemorragias: Si tuviste alguna hemorragia durante el parto o desarrollas una en el momento, no puede aplicarse anestesia epidural
- Infecciones en la zona: En caso de tener alguna lesión o infección en la zona baja de la espalda, no se recomienda aplicar anestesia epidural
- Algunas veces, el médico tiene problemas para encontrar la zona correcta para aplicar la inyección, por lo que decide no proceder con ella. Se trata de una medida de seguridad para protegerte de posibles complicaciones
El parto no tiene porque ser una experiencia dolorosa y menos traumática, sino que un momento especial que culmina con la llegada al mundo de esa personita que te cambiará la vida.
Fuente: American Pregnancy